Bertolt Brecht, uno de los dramaturgos y poetas más influyentes del siglo XX, dejó una huella imborrable en la literatura y el teatro moderno. Nacido el 10 de febrero de 1898 en Augsburgo, Alemania, Brecht desafió las convenciones artísticas de su época y desarrolló un enfoque innovador que transformó la manera en que el público interactúa con el arte escénico. Su legado perdura no solo en sus obras, sino también en su teoría del «teatro épico», que continúa inspirando a generaciones de artistas.
Brecht es ampliamente reconocido por su teoría del «efecto de distanciamiento» (Verfremdungseffekt), una técnica que busca evitar que el espectador se identifique emocionalmente con los personajes, fomentando en su lugar una actitud crítica y reflexiva. Este enfoque rompió con la tradición del teatro realista y buscaba que el público cuestionara las normas sociales y políticas representadas en escena.
Entre sus obras más destacadas se encuentran «La ópera de los tres centavos» (1928), una sátira mordaz sobre el capitalismo; «Madre Coraje y sus hijos» (1939), un drama ambientado en la Guerra de los Treinta Años que critica los horrores de la guerra; y «Galileo Galilei» (1938), que explora la relación entre ciencia, ética y poder. Estas obras no solo son piezas maestras del teatro, sino también herramientas de análisis social y político.
Brecht también fue un poeta prolífico, cuyos versos combinan agudeza política con un lenguaje accesible y directo. Sus poemas, como «A los hombres futuros» y «Preguntas de un obrero ante un libro», reflejan su compromiso con la justicia social y su crítica al fascismo y la explotación.
El legado de Brecht trasciende las fronteras del tiempo y el espacio. Su teatro épico ha influido en numerosos dramaturgos, directores y teóricos del arte, desde Augusto Boal en Brasil hasta el teatro político contemporáneo en todo el mundo. Su enfoque crítico y su compromiso con la transformación social siguen siendo relevantes en un mundo que enfrenta desigualdades y conflictos.
Además, Brecht fundó el Berliner Ensemble en 1949, una compañía teatral que se convirtió en un referente mundial para la puesta en escena de obras con un fuerte contenido social y político. A través de este proyecto, consolidó su visión de un teatro que no solo entretiene, sino que también educa y moviliza.
Bertolt Brecht murió el 14 de agosto de 1956 en Berlín Oriental, pero su obra y su pensamiento siguen vivos. Su capacidad para fusionar arte y política, su innovación teatral y su compromiso con los oprimidos lo convierten en una figura indispensable en la historia de la cultura universal. Hoy, más que nunca, su llamado a la reflexión crítica y a la acción social resuena con fuerza, recordándonos que el arte puede ser un poderoso instrumento de cambio.