En este momento estás viendo Hoy cumpliría 96 años Agnes Varda, quien revolucionó el cine con su mirada feminista

Hoy cumpliría 96 años Agnes Varda, quien revolucionó el cine con su mirada feminista

El cine no sería lo mismo sin la audacia, la sensibilidad y el ingenio de Agnès Varda. Pionera de la Nouvelle Vague, artista visual y narradora incansable, Varda desafió las convenciones del séptimo arte con una perspectiva profundamente humana y, sobre todo, feminista. Su obra no solo rompió moldes estéticos, sino que también redefinió la forma de contar historias desde una mirada femenina, alejada de los estereotipos y centrada en la vida cotidiana, la memoria y la resistencia.

En una época en la que el cine estaba dominado por nombres masculinos, Varda emergió como una voz única. Su ópera prima, «La Pointe Courte» (1955), anticipó el estilo de la Nouvelle Vague antes de que el término existiera. Sin formación académica en cine, supo construir un lenguaje visual propio, mezclando documental y ficción con una naturalidad que pocos habían explorado.

Pero lo más revolucionario de Varda fue su enfoque feminista, no desde el panfleto, sino desde la observación íntima y política. En películas como «Cleo de 5 a 7» (1962), retrató a una mujer vulnerable pero dueña de su destino, en un relato en tiempo real que cuestionaba la mirada masculina sobre el cuerpo femenino. En «Una canta, la otra no» (1977), abordó abiertamente el aborto y la sororidad, temas radicales para su tiempo.

Varda no necesitaba gritar consignas para ser feminista; lo era en cada elección narrativa. Documentó a mujeres trabajadoras («Las espigadoras», 2000), celebró la vejez sin concesiones («Caras y lugares», 2017) y exploró su propia identidad como artista y madre («Cuentos de cine», 1981). Su cine era político porque mostraba lo personal: el trabajo invisible, el paso del tiempo en los rostros femeninos, la lucha por la autonomía.

Varda no solo dejó películas, sino una forma de entender el arte como un espacio de libertad. Fue una de las primeras en borrar las fronteras entre cine y artes plásticas, entre lo profesional y lo amateur, entre lo íntimo y lo colectivo. Su influencia se extiende a directoras contemporáneas como Ava DuVernay o Céline Sciamma, que heredaron su compromiso con historias fuera del canon patriarcal.

 

Deja una respuesta