Un 12 de julio, pero de 1493, Hartmann Schedel publicó la Crónica de Núremberg, lo que significó una verdadera revolución en la era de la reciente imprenta.
Hartmann Schedel, nacido el 13 de febrero de 1440 en Núremberg, Alemania, es una figura clave en la historia del Renacimiento europeo. Como autor de la famosa «Crónica de Núremberg» («Liber Chronicarum»), Schedel se convirtió en un pionero de la publicación impresa, contribuyendo de manera significativa a la difusión del conocimiento en una época de transformación cultural y tecnológica. La Crónica de Núremberg, publicada en 1493, es un testimonio del impacto revolucionario de la imprenta y de la visión de Schedel como historiador y humanista.
La Crónica de Núremberg (en latín: Liber chronicarum, Libro de las crónicas; en alemán: Die Schedelsche Weltchronik, Crónica mundial de Schedel) es una obra monumental, es nada menos que la historia del mundo desde su creación hasta el presente, cuando el presente era 1490. Escrita en latín y traducida al alemán, la crónica es famosa por sus numerosas ilustraciones xilográficas, que representan ciudades, eventos históricos, y figuras bíblicas y mitológicas. Con más de 1.800 ilustraciones en sus 600 páginas es el libro más extensamente ilustrado del siglo XV.Fue producido por los impresores Anton Koberger y Michael Wolgemut, este último maestro del joven Alberto Durero, quien probablemente contribuyó con algunas de las ilustraciones.
La obra de Schedel es notable no solo por su contenido histórico y enciclopédico, sino también por su enfoque innovador en la representación visual de la historia. Las ilustraciones, que incluyen mapas y vistas panorámicas de ciudades europeas, ofrecen una rica fuente de información visual que complementa el texto y lo hace accesible a un público más amplio.
La revolución de la imprenta
La publicación de la Crónica de Núremberg fue posible gracias a la invención de la imprenta de tipos móviles por Johannes Gutenberg a mediados del siglo XV. Esta innovación tecnológica permitió la producción masiva de libros, reduciendo drásticamente los costos y aumentando la disponibilidad de textos escritos. La imprenta revolucionó la manera en que se difundía el conocimiento, facilitando el acceso a la información y fomentando el intercambio de ideas en toda Europa.
La Crónica de Núremberg se convirtió en uno de los libros más populares de su tiempo, gracias a su combinación de texto erudito e imágenes atractivas. La capacidad de producir múltiples copias de manera eficiente significó que la obra de Schedel pudo llegar a un público mucho más amplio que los manuscritos tradicionales, marcando un hito en la historia de la publicación y la comunicación.
Hartmann Schedel, como médico, humanista e historiador, dejó un legado duradero a través de la Crónica de Núremberg. Su obra no solo documenta la historia del mundo conocido en su tiempo, sino que también refleja el espíritu de curiosidad y erudición del Renacimiento. La crónica es una fuente valiosa para los historiadores modernos, ofreciendo insights sobre la percepción del mundo en el siglo XV y la transición hacia la modernidad.
La Crónica de Núremberg también destaca por su impacto en la historia de la publicación. Al combinar texto e imagen de manera innovadora, Schedel y sus colaboradores establecieron un modelo para futuros trabajos impresos, demostrando el poder de la imprenta para educar e informar a las masas. El monumental y notable libro llegó al mercado «para el deleite de todos los lectores», 40 años más tarde, en 1493.