Fallecido en Francia a la edad de 91 años, Berger dejó un legado literario que trasciende géneros y fronteras, marcando un hito en la exploración de la condición humana y el poder transformador de la palabra escrita.

Nacido en 1926 en Londres, Berger se destacó no solo como novelista, sino también como ensayista, crítico de arte y guionista. Su obra abarcó una amplia gama de temas, desde la política hasta la filosofía, desde el arte hasta la vida cotidiana, siempre con una mirada penetrante y una sensibilidad única hacia las complejidades del mundo que lo rodeaba.

Entre sus obras más destacadas se encuentra «G.» (1972), una novela que le valió el prestigioso Premio Booker. Esta obra maestra literaria, ambientada en Europa durante la Primera Guerra Mundial, destaca por su profundidad psicológica y su capacidad para capturar la esencia misma de la experiencia humana en tiempos de conflicto y cambio.

Además de su ficción, Berger dejó una huella indeleble en el mundo del arte con su influyente serie de ensayos «Ways of Seeing» (Formas de ver), donde desafió las convenciones establecidas y exploró la relación entre la imagen y la sociedad. Su perspectiva única y provocadora sobre el arte y la cultura sigue siendo una referencia fundamental para estudiosos y aficionados por igual.

Pero más allá de sus logros literarios y artísticos, el verdadero legado de John Berger reside en su capacidad para conectar con la humanidad en su nivel más profundo. A través de sus escritos, Berger exploró temas como la identidad, la justicia social, la empatía y la búsqueda de significado en un mundo en constante cambio, inspirando a generaciones de lectores a reflexionar sobre sus propias vidas y el mundo que los rodea.

En un momento en el que el mundo necesita más que nunca voces que desafíen el statu quo y nos inspiren a imaginar un futuro más justo y compasivo, el legado de John Berger sigue siendo una luz guía para aquellos que buscan comprender y transformar el mundo a través de la palabra escrita. Su influencia perdurará por generaciones, recordándonos que, en las palabras de Berger mismo, «la manera en que vemos las cosas es influida por lo que sabemos o creemos».