Por Alejandro Frias
Escritor (Mendoza)
“¿Cómo llegamos a entregar nuestros cuerpos a aquella barbarie?”, se increpa a sí mismo uno de los protagonistas, y esa es la pregunta que sobrevuela y que se intenta desentrañar en “Informe preliminar sobre Delia Santos” (Leviatan), la primera novela de Marcelo Marmer.
Marmer es Integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), y como psiquiatra y psicoanalista ha trabajado en torno a los traumas sociales, y en esta novela aborda uno de los períodos más traumáticos de nuestra historia: las décadas de 1960 y 1970.
Indagar sobre una historia personal es indagar en el derrotero del país si la búsqueda se centra en la reconstrucción del recorrido de una joven militante de aquellos años. Esto lo sabe perfectamente nuestro protagonista, Esteban del Mar, que es quien elabora el informe sobre Delia Santos, una de las tantas víctimas de la nefasta Alianza Anticomunista Argentina, la temible Triple A. Para ello recurre a los testimonios de Jorge Corín y Carlos Cháves, compañeros de trabajo de Delia en el “Semanario Recóncavo”, un espacio no sólo de difusión de ideas políticas, sino también de observación profunda de los cambios culturales que la juventud incorporaba a la vida cotidiana de entonces y que, a ojos de los responsables del semanario, eran la base de aquellos. Por eso, en “Recóncavo”, “la moda no era algo trivial”, como asegurará uno de los protagonistas.
Así es como, a través de la recuperación de la memoria de los entrevistados, Del Mar elabora un informe mediante el cual avanza en el pensamiento y las acciones de la juventud de los 60 y 70 y en la influencia que Juan Domingo Perón tuvo sobre ella, una influencia que llevó tanto a los sectores más vinculados a lo social y el comunismo como a los más reaccionarios y nacionalistas a crear y alistarse en movimientos tan opuestos como Tacuara o Montoneros.
En medio de toda esa historia nacional, Delia Santos (la “Rubia René”, a pesar de ser morocha), una hija de trabajadores que nunca perderá su atracción por ciertos “gustos terrenales” y “pretensiones burguesas”, se acercará a las ideas de cambio a través de los curas tercermundistas, para luego, sin pretenderlo, hacerse notar, ya estudiando en Buenos Aires. Sus ideas y, especialmente, sus preguntas y cuestionamientos, le valdrán ser convocada para trabajar en el semanario y luego, tras muchos y variados hechos de la historia política y social del país, aproximarse a la Juventud Peronista, algo a lo que parecía destinada, ya que eso de “René” en su alias se deriva de una pintada en Moreno, su lugar de origen, que de chica le llamó siempre la atención: “René Siempre”, tal vez en alusión a la “renegada”.
Pero así como la historia de un país tiene sus contradicciones, las familiares no están exentas, y Del Mar lo descubrirá en su propio viaje personal hacia su ascendencia.
“Informe preliminar sobre Delia Santos” es una novela que nos impele a revisar nuestra historia y a indagar en quiénes somos, pero especialmente en quiénes fueron esos jóvenes que soñaron con cambiar el mundo tomando distancia de sus antecesores y sufriendo la persecución, las delaciones de los infiltrados, la violencia institucional, las bombas y los aprietes. “Un grupo de barbudos había venido a cambiar la cabeza de muchos de nosotros, a la vez que dejaban azorados a nuestros padres”, le dice Jorge Corín a Esteban del Mar en estas páginas, en relación a la irrupción de los ideales de la Revolución Cubana en medio de las tensiones que el mundo vivía y el modelo de socialismo que proponía le Unión Soviética.
Delia Santos es, entonces, un símbolo; y el informe que desde la ficción nos propone Marcelo Marmer, el retrato de una época.