Boston, 11 de febrero de 1963 — Hoy se conmemora el 60º aniversario de la partida de Sylvia Plath, una de las voces más intensas y originales de la literatura y poesía estadounidense del siglo XX. Su obra, marcada por una profundidad emocional y una maestría técnica sin igual, continúa siendo un referente para escritores y lectores en todo el mundo.
Nacida el 27 de octubre de 1932 en Boston, Massachusetts, Sylvia Plath demostró desde temprana edad un talento excepcional para la escritura. Estudió en el Smith College y luego en la Universidad de Cambridge, donde conoció al poeta Ted Hughes, con quien se casó y tuvo dos hijos. Aunque su vida estuvo marcada por luchas personales y batallas contra la depresión, su legado literario perdura como un testimonio de su genio y sensibilidad.
Plath es ampliamente reconocida por su colección de poesía Ariel, publicada póstumamente en 1965, que incluye algunos de sus poemas más célebres, como «Daddy» y «Lady Lazarus». Su poesía, caracterizada por imágenes vívidas, un lenguaje audaz y una exploración cruda de temas como la identidad, la angustia y la liberación, revolucionó el panorama literario de su época. Plath perteneció al movimiento de la «poesía confesional», junto a figuras como Anne Sexton y Robert Lowell, y su obra abrió nuevas puertas para la expresión de las experiencias íntimas y emocionales de las mujeres.
Además de su poesía, Plath dejó una huella imborrable en la prosa con su novela semi-autobiográfica La campana de cristal (1963), publicada bajo el seudónimo Victoria Lucas. La novela, que explora temas como la salud mental, las expectativas sociales y la lucha por la autonomía personal, se ha convertido en un clásico moderno y un texto fundamental en los estudios de género y literatura contemporánea.
El legado de Sylvia Plath trasciende las páginas de sus libros. Su voz, a la vez íntima y universal, ha inspirado a generaciones de escritoras y escritores a explorar sin miedo las complejidades de la mente y el corazón humanos. Su obra ha sido estudiada en universidades, adaptada al teatro y al cine, y su influencia se extiende a movimientos feministas y culturales que ven en su escritura un reflejo de las luchas por la igualdad y la libertad.
En la actualidad, Plath sigue siendo un símbolo de resistencia y creatividad. Su capacidad para transformar el dolor en arte ha resonado especialmente en una era donde la salud mental y la expresión auténtica son temas centrales en el discurso público. Su poesía y prosa continúan siendo relevantes, no solo por su calidad literaria, sino también por su capacidad para conectar con las experiencias más profundas y universales del ser humano.
A más de seis décadas de su muerte, Sylvia Plath sigue siendo una figura icónica cuya obra desafía, conmueve e inspira. Como escribió en «Lady Lazarus»: «Me levanto con mi pelo rojo / Y devoro hombres como el aire». Su voz, poderosa e indomable, sigue viva en cada línea que escribió, recordándonos el poder transformador de la literatura.