Mary Shelley, una joven escritora de principios del siglo XIX, revolucionó la literatura con su obra maestra, Frankenstein, o el moderno Prometeo. Esta novela no solo marcó el nacimiento de la ciencia ficción como género, sino que también dejó un impacto duradero en la cultura global. En esta nota, exploramos la vida de Mary Shelley, la creación de Frankenstein y el profundo impacto literario y cultural de su obra.
La vida de Mary Shelley
Nacida el 30 de agosto de 1797 en Londres, Mary Wollstonecraft Shelley fue hija de dos prominentes figuras intelectuales: la feminista Mary Wollstonecraft y el filósofo político William Godwin. A pesar de perder a su madre poco después de nacer, Mary fue criada en un entorno intelectualmente estimulante. A los 16 años, se fugó con el poeta Percy Bysshe Shelley, con quien se casaría más tarde.
La tragedia y el sufrimiento marcaron gran parte de la vida de Mary Shelley, incluyendo la muerte prematura de varios de sus hijos y su esposo. Sin embargo, estas experiencias también alimentaron su creatividad y su obra literaria.
La creación de Frankenstein
En 1816, Mary Shelley, su esposo Percy, y otros escritores como Lord Byron y John Polidori, pasaron el verano en Villa Diodati, en Suiza. Debido al mal tiempo, el grupo pasaba mucho tiempo en interiores, y Byron propuso un concurso para escribir la mejor historia de terror. De esta competencia surgió la idea de Frankenstein.
Inspirada por una pesadilla y las conversaciones sobre galvanismo y la reanimación de cadáveres, Mary Shelley comenzó a escribir su novela. Publicada en 1818, Frankenstein narra la historia de Victor Frankenstein, un científico que crea una criatura a partir de cadáveres, solo para ser horrorizado por su creación y las consecuencias de jugar a ser Dios.
Nacimiento de la Ciencia Ficción
Cuando Mary Shelley escribió Frankenstein, o el moderno Prometeo, a los 19 años, Julio Verne y H.G. Welles no habían nacido, y Edgar Allan Poe era un niño de apenas 9 años. Por lo cual, es acertado afirmar que Mary Shelley fuen quien fundó el género de Ciencia Ficción, y «Frankenstein» la primera obra del género. La novela aborda temas de ciencia y ética, explorando las implicaciones del avance científico sin considerar las consecuencias morales. Esta temática resuena aún hoy, en debates sobre biotecnología, inteligencia artificial y otros campos científicos.
La novela toca temas universales como la ambición, la soledad, la alienación y el deseo de pertenencia. La criatura de Frankenstein, a pesar de su monstruosidad, es profundamente humana en su anhelo de amor y aceptación, lo que invita a los lectores a reflexionar sobre la naturaleza de la humanidad y la monstruosidad.
El estilo epistolar y la narrativa enmarcada de Frankenstein fueron innovadores para su tiempo. La estructura de la novela, con múltiples narradores y perspectivas, añade profundidad y complejidad a la historia, permitiendo a los lectores empatizar tanto con el creador como con su creación.
Frankenstein ha sido adaptado en innumerables ocasiones para teatro, cine, televisión y cómics. Desde la icónica interpretación de Boris Karloff en 1931 hasta las versiones más recientes, cada adaptación aporta una nueva visión de la historia y mantiene viva la relevancia de la novela.
Influencia en la literatura y el cine
La obra de Mary Shelley ha influido a generaciones de escritores y cineastas. Temas y elementos de Frankenstein se encuentran en muchas obras de ciencia ficción y terror, y el arquetipo del científico loco y su creación fuera de control se ha convertido en un tropo fundamental del género.
Impacto en la cultura popular
La imagen de la criatura de Frankenstein, con su apariencia inconfundible, es un icono cultural. Referencias a Frankenstein aparecen en todo, desde programas de televisión hasta música y arte. La novela también ha generado un discurso académico robusto sobre sus temas éticos y filosóficos.
Mary Shelley, con Frankenstein, no solo creó una obra maestra de la literatura gótica, sino que también sentó las bases para el género de la ciencia ficción. Su novela aborda preguntas profundas sobre la humanidad, la responsabilidad científica y las consecuencias de la ambición desmedida. A pesar de continuos intentos por borrar el nombre de Mary Shelley de los pilares de la ciencia ficción, más de dos siglos después de su publicación, Frankenstein sigue siendo una obra relevante y poderosa, cuya influencia se extiende por toda la cultura global. Mary Shelley, a través de su creación, se ha asegurado un lugar perdurable en la historia de la literatura y en el imaginario colectivo mundial.