Entre los años 60 y 70, América Latina sufría los regímenes militares autoritarios y la mayoría de los escritores tuvieron que abandonar sus países. Sus obras literarias se convirtieron en la voz y la protesta de sus pueblos. El Movimiento Boom se dio a conocer en París y Barcelona tras la publicación de las obras de autores latinoamericanos exiliados como Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Gracias a este movimiento la literatura latinoamericana cobró protagonismo y muchos libros se tradujeron a otros idiomas. La publicación de obras maestras como «Cien años de soledad» de García Márquez y «La muerte de Artemio Cruz» de Fuentes, entre otras, marcaron un hito en la historia de la literatura latinoamericana y contribuyeron a la difusión y el reconocimiento internacional de la producción literaria de la región. Algunos críticos afirman que los mejores ejemplos literarios de América Latina se escribieron durante este periodo. El Boom Latinoamericano supuso un punto de inflexión en la historia de la literatura latinoamericana, al configurar una identidad cultural propia y abrir nuevas perspectivas para la literatura en español en el mundo.
Aquí una lista (Arbitraria) de las 5 obras más destcadas del período:
–100 años de soledad. Gabriel García Márquez, 1967. Obra icónica del Boom, merecedora de un Premio Nóbel de Literatura, traducida a numerosos idiomas, que catapultó a su autor a la fama.
–La ciudad y los perros. Mario Vargas Llosa, 1963. Fue traducida a más de treinta lenguas, la primera novela de Mario Vargas Llosa, ganó el Premio Biblioteca Breve en 1962.
–La muerte de Artemio Cruz. Carlos Fuentes, 1962. Su ópera prima situó al autor mexicano en la vanguardia de lo que algunos años más tarde se conocería como la nueva novela hispanoamericana.
– Rayuela. Julio Cortázar, 1963. Esta novela de Julio Cortázar propone una lectura no tradicional, lo que al momento de su publicación, significó una transformación en la literatura latinoamericana.
–Hijo de hombre. Augusto Roa Bastos, 1960. Considerada una obra fundamental de la literatura latinoamericana, forma parte de una trilogía que se completa con Yo el Supremo y El fiscal.