Por Dante Emilio Borelli

Cada 1º de agosto, la provincia del Chaco se viste de gala, como un lapacho florecido en primavera, para celebrar el “Día de la Poesía Chaqueña”. Esta festividad rinde homenaje al natalicio del ilustre poeta Aledo Luis Meloni. La conmemoración, establecida por la Ley 5623, sancionada el 23 de noviembre de 2005 y publicada en el Boletín Oficial el 19 de diciembre del mismo año, busca reconocer y promover la rica tradición poética de la región, tan vasta y fecunda como sus montes.

Aledo Luis Meloni, nacido el 1º de agosto de 1912, es una figura emblemática de la literatura chaqueña. Su obra, impregnada de la savia de los quebrachales y el susurro de los ríos, ha dejado una huella imborrable en la poesía argentina. Meloni no solo capturó la esencia del paisaje chaqueño en sus versos, sino que también supo transmitir la identidad y el espíritu resiliente de su gente, como lo hacen los vientos que atraviesan la llanura chaqueña.

La celebración del Día de la Poesía Chaqueña incluye una serie de actividades culturales y educativas que se desarrollan en toda la provincia. Desde recitales de poesía y talleres literarios hasta exposiciones y concursos; la jornada ofrece una oportunidad única para que poetas, escritores y amantes de la literatura compartan y disfruten de la riqueza poética del Chaco.

Uno de los eventos más destacados es el recital de poesía que se lleva a cabo en la Casa de las Culturas en Resistencia, donde poetas locales y nacionales se reúnen para leer sus obras y rendir tributo a Meloni. En este espacio, los versos fluyen como un torrente, cargados de emoción y significado. Además, las escuelas de la provincia incorporan esta fecha en su Calendario Escolar Único y Permanente, realizando actividades que fomentan la lectura y la escritura creativa entre los estudiantes.

La importancia de esta celebración radica no solo en el reconocimiento a Aledo Luis Meloni, sino también en la promoción de la poesía como una forma de expresión artística y cultural. En la vasta literatura chaqueña, autores como Mempo Giardinelli y Alfredo Veiravé han dejado su impronta. Giardinelli, con su obra «Santo Oficio de la Memoria» (1991), nos transporta a un Chaco de intrigas y memorias enmarañadas de inmigrantes. Veiravé, por su parte, en su «Radar en la tormenta” (1985), deslumbra con su voz poética y reflexiva.

Es imposible hablar de la poesía y la narrativa chaqueña, sin mencionar también, al quitilipense Pedro Solans. Su obra “Crímenes en sangre” (2007), nos deja el testimonio sobre la masacre de Napalpí ocurrida en 1924 en la provincia del Chaco, esta obra recibió el Reconocimiento de la Fundación Internacional de los Derechos Humanos, en Madrid, España. En poesía, publicó en 1987 “La Carga” (Mención en el Premio Luis de Tejeda, Córdoba), en el 2017, su obra “Agua para Mañana” fue declarado de interés cultural por el Concejo de Representantes de Villa Carlos Paz, Córdoba, y en 2018, su poemario “El último libro de Facundo Cabral” fue reconocido en el Otoño Cultural Iberoamericano en Huelva, España. En el 2021, su trabajo “El Pantanillo de Ernesto Sábato” fue declarado de interés cultural por la Legislatura de la Provincia de Córdoba y se conoció su novela “Dónde caerse muerto” que integra la colección Iberletras de la editorial Contexto y la Asociación Cultural Iberoamericana.a internacional en el 2015.

El Día de la Poesía Chaqueña es una invitación a redescubrir y valorar la riqueza literaria de la región, y a mantener viva la tradición poética que tanto ha contribuido a la identidad chaqueña.

El 1º de agosto no es solo una fecha en el calendario, sino una jornada de celebración y reflexión sobre el legado poético del Chaco. Es un día para recordar a Aledo Luis Meloni y para inspirar a nuevas generaciones de poetas a seguir sus pasos, enriqueciendo con sus versos el patrimonio cultural de la provincia. En cada verso, en cada rima, podemos sentir el latido del corazón chaqueño, ese que late con la fuerza de sus ventarrones y la serenidad de sus atardeceres infinitos.

Cronopios chaquensis

               Landriscina y Meloni toman café

                                         en el bar “La Resistencia”;

escuchan “Lejana Tierra Mía” en la voz de Hernán Salinas.

                              Y Zitto Segovia sigue contando las lágrimas

de Caique Catán.

De los algodonales; la sombra sol.

                                    Las aguas termales salpican las estrellas cielo.

             Fluyen en las venas cálidas, los susurros luna.

                                                                Kaiká la chigüé..

                                                                                   Kaika sogoná.

                                                                                        Un Fernando perro

                           mira con ojos de horizonte la fija calle madrugada.

Un río de oro tenue

                                           corre por las arterias milenarias.

                   Una loba

                                       sigue amamantando a Roma, y a su legado sueño.

Las motosierras conquistan un imperio en el impenetrable.

 En la toldería cosmopolita

                                                                las calles penetran imperiales

con una escultura en cada esquina, sola.

                                                                 Kaiká la chigüé..

                                                                                   Kaika sogoná.

                                                               Un puente manso;

debajo, un río escurre sus circunstancias,

mientras observa a una isla de diminuto collado.

 El vapor de la cafetería omite sordo

                                                  esos precisos instantes polisémicos.

Detrás de las palabras se oculta una múltiple fauna.

Todo se agolpa a raudales en la mente.

Cronopios chaquensis

                                               que pululan en la norteña cosmogonía solar

de corazones caliginosos.

1° Premio
Concurso Literario 2024 – Biblioteca Ana B. de Pibernus
Dante Emilio Borelli