Cada 15 de junio, Argentina se viste de letras y páginas para conmemorar el Día del Libro. Esta fecha, cargada de simbolismo y tradición, nos invita a reflexionar sobre la importancia de la lectura y su impacto en nuestra cultura y sociedad. Pero, ¿por qué se celebra específicamente hoy?
La historia se remonta a 1908, cuando el Consejo Nacional de Mujeres de la República Argentina organizó la «Fiesta del Libro» para premiar a las mejores producciones literarias del país. Esta iniciativa tuvo un gran éxito y marcó el inicio de una tradición que, con el tiempo, se consolidaría como una de las más significativas en el calendario cultural argentino.
Fue en 1924 cuando el entonces presidente Marcelo T. de Alvear decretó que cada 15 de junio se celebrara el «Día del Libro». Esta decisión no solo buscaba homenajear a los escritores y sus obras, sino también fomentar el hábito de la lectura entre los ciudadanos. La lectura, vista como una herramienta de crecimiento personal y social, se convirtió en un pilar fundamental para el desarrollo educativo y cultural del país.
Desde entonces, el Día del Libro se ha celebrado anualmente con diversas actividades, ferias, presentaciones de libros y eventos literarios que reúnen a escritores, lectores, editores y libreros. Es una oportunidad para redescubrir el placer de leer, compartir historias y fortalecer el vínculo entre la comunidad y la literatura.
Además, esta celebración destaca la labor de las bibliotecas y librerías, espacios que se han convertido en auténticos templos del saber y la cultura. En un mundo donde la tecnología y el entretenimiento digital ganan terreno, el Día del Libro nos recuerda el valor insustituible de los libros físicos, esos compañeros silenciosos que nos transportan a mundos imaginarios, nos enseñan y nos inspiran.
La importancia de esta fecha radica también en su capacidad para unir generaciones. Desde los más pequeños, que descubren sus primeras historias, hasta los adultos, que encuentran en los libros una fuente inagotable de conocimiento y disfrute, todos celebran este día con igual entusiasmo.
El Día del Libro en Argentina es, en definitiva, una jornada para rendir homenaje a la literatura, reflexionar sobre su impacto en nuestras vidas y reafirmar el compromiso con la promoción de la lectura. En tiempos donde la inmediatez y lo efímero predominan, los libros nos invitan a detenernos, a pensar y a soñar.
Así, cada 15 de junio, Argentina celebra con orgullo y pasión su amor por los libros, recordando que en cada página se esconde un mundo esperando ser descubierto.