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Héctor Bianciotti, el escritor cordobés que ocupó un sillón en la Academia Francesa de las Letras

Quién fue el escritor cordobés que ocupó un sillón en la Academia Francesa de las Letras

 

El escritor Héctor Bianciotti, es el único cordobés que ocupó un sillón en la Academia Francesa de Letras. Llegó a ese prestigios lugar de la literatura gala en 1996 luego que se publicara

su Antología, obtuviera el premio Prince Pierre de Mónaco en 1993 y el Premio de la Lengua Francesa en 1994. Desde 1995 participaba como jurado del premio L’Écrit Intime y el 18 de enero de 1996 fue elegido miembro de la Academia Francesa de Letras, para ocupar el puesto que había dejado vacante por fallecimiento el periodista y escritor André Frossard (1915-1995).
 

Bianciotti fue primo hermano de la reconocida carlospacense Marcela Pereyra vinculada a las actividades artísticas. El escritor Había nacido en Calchín, el 18 de marzo de 1930 y murió en  París, el 11 de junio de 2012. Además fue crítico literario argentino, naturalizado francés.​ Vivió desde 1961 hasta su muerte en París, donde trabajó en la revista Le Nouvel Observateur y en la editorial Gallimard. En la Academia Francesa ocupó el asiento número 2, siendo el primer miembro de esa institución procedente de un país latinoamericano.

Hijo de una familia de agricultores, a la edad de quince años comenzó a estudiar los textos de Paul Valéry en español. Realizó sus estudios secundarios en la localidad de Wilde, al sudeste de la Ciudad de Buenos Aires, al cuidado de sus tíos José y Valentina Bianciotti, con quienes convivió varios años de su adolescencia.
Al terminar el bachillerato, ingresó en un seminario franciscano en la localidad de Moreno (provincia de Buenos Aires) mientras vivía con sus primos Juan Bianciotti y Juana Pavorini en la localidad bonaerense de Pilar. Los largos trayectos recorridos de regreso al seminario en Moreno, le dieron el tiempo necesario para sumergirse en las letras.
Entró en contacto con el pensamiento teológico, aunque carecía de vocación religiosa. Una vez en Roma tomó contacto con los estudios Cinecittà, pero su subsistencia era tan difícil que se trasladó a Nápoles, donde pasó una breve temporada en la más extrema pobreza antes de poder viajar a Madrid, donde logró establecerse.
Se consagró en 1977 al recibir el premio Médicis por Le traité des saisons (1977).
Naturalizado francés en 1981, al año siguiente dejó de escribir en español. Ese mismo año ingresó al Comité de Lectura de Gallimard, donde permaneció hasta 1989.
Gran lector, hizo descubrir al gran público a escritores poco conocidos como Eduardo Berti, Ferdinando Camon o Jean-Baptiste Niel, habiendo tenido también un rol muy importante en la carrera literaria de Hervé Guibert. Su primera novela en francés, Sans la miséricorde du Christ (1985), obtuvo el prestigioso premio Femina.
 
Se retiró de la actividad literaria cuando comenzó a sufrir problemas de memoria. Enfermo de alzheimer, tras una prolongada internación, con escasísimos amigos que lo visitaban en un hospital del distrito 15 de París, murió lejos de su familia en Argentina. De sus familiares solo mantenía contacto con su sobrina nieta, Noelia Bianciotti, con residencia actual en Buenos Aires.
 
 
 
 

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