La Falda. Norah Borges, hermana del escritor argentino Jorge Luis Borges, pasó su luna de miel en la ciudad de La Falda y allí retrató un hermoso mapa de las localidades de La Falda, Valle Hermoso y Huerta Grande, que se expone ahora en uno de los sectores principales del Museo Nacional de Bellas Artes, en el marco de la muestra “Norah Borges. Una mujer en la vanguardia”. La artista plástica se casó con el poeta español Guillermo de Torre y pese a que vivió la mayor parte de su juventud en Europa, en 1928 se casó y eligió pasar su luna de miel en el centro norte del valle de Punilla.
En la imagen se puede observar el dibujo de algunos de los puntos principales de la época en la ciudad de La Falda y en sus vecinas Huerta Grande y Valle Hermoso: las curvas del viejo Camino del Cuadrado desembocando en el Hotel Edén, en un mismo trazo que continúa por la actual avenida homónima y finaliza en un trayecto que une las tres localidades de Punilla Centro; un “hotel privado”; la estación de tren; las vías del antiguo ramal y el Río Grande de Punilla. En el sector de Valle Hermoso resalta la actual Reserva Natural Vaquerías, el Hotel Valle -donde se presume hace referencia al antiguo hotel “El Valle”- y en la zona de Huerta Grande la Estancia Altos de San Pedro.
«Norah, en todos nuestros juegos, era siempre el caudillo; yo, el rezagado, el tímido y el sumiso. Ella subía a la azotea, trepaba a los árboles y a los cerros; yo la seguía con menos entusiasmo que miedo», escribió Jorge Luis Borges en 1977 sobre los recuerdos de infancia compartidos con su hermana Norah en Buenos Aires.
Ilustradora, dibujante, grabadora y pintora, Leonor-Norah mantuvo siempre un perfil discreto, a pesar de haber sido la hermana de uno de los escritores más famosos del mundo. Fue él quien la apodó “Norah”; todos la conocieron así desde entonces. Ahora una exhaustiva muestra en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) trae a la creadora al primer plano, con toda la intención de hacer justicia: el curador de la exposición, el coleccionista y diplomático Sergio Baur -quien ya había realizado una exhibición anterior de Norah Borges en 2006- manifiesta su objetivo: “Norah vale por su propia obra y no por ser ‘la hermana de’. Esta muestra lo fundamenta: sus trabajos pesan por sí mismos”. Baur también comenta que el hermano de la artista escribió un texto acerca de los trabajos de Norah muy tardíamente, a pesar del cariño y de la proximidad que los unía.