El gaznapirón es una novela del escritor peruano Alejandro Sánchez-Aizcorbe que pronto será publicada por Corprens editora. Esta obra como toda la producción de Sánchez-Aizcorbe tiene un abanico de desafíos irreverentes. Pero en particular, El gaznapirón le devolverá el alma al cuerpo a sus lectores, y en especial a aquellos jóvenes que como su autor caminaron la convulsionada América Latina durante la segunda mitad del siglo veinte.
Uno de aquellos jóvenes gaznapirones al leer los manuscritos de la novela le escribió al autor radicado en Baltimore, Estados Unidos, donde dicta clases en una Universidad y rema en el aire junto a su compañera Marcela:
«Aprendí, recordé, disfruté y hasta me divertí en algunas ocasiones con tu tremenda novela. Créeme, muchas veces me busqué, y también salí a buscar amigos, enemigos, y conocidos circunstanciales que aparecieron en el camino. Hacía mucho que no leía una novela tan vigorosa. Describiendo «la médula de la peruanidad» desnudaste a todas las sociedades del continente. Argentina, por supuesto Perú, Venezuela, Panamá y, ¿por qué no? Bolivia, Chile y Colombia.
Recuerdo que en las primeras lecturas me había sorprendido el abanico de herramientas literarias que habías usado. Ahora esta radiografía del sur me devolvió el alma al cuerpo. Me creía ya un hombre sin historia.
Es un texto auténtico donde como un excelente escritor -de dos mundos- supiste dar una vuelta más de tuerca a «lo real maravilloso» que tan bien definió Alejo Carpentier y lo ejerce aún la maestra cubana Marta Rojas.
Te prometo mirarme profundamente para ver si soy un gaznapirón más. Jajaja. ¿Seré Julián. Seré Monteagudo o un cholo, rubio de ojos claros? ¿Tendremos tiempo de vivir otra historia, Alejo, que no sea la que cuentas en gaznapirón?
¿Tendremos que seguir plagiando a Benito Perez Galdós o a quien sea para ser un gaznápiro ilustrado, o un ciudadano travestido de Madrid, de París o de Londres?
Aunque quieras, amigo querido, desprenderte de tu historia con un cenotafio nuestro continente siempre te lo recordará por eso escribiste esta brillante novela.
Por último, quisiera hacer hoy, más que nunca, un puente que atraviese la sabana del olvido y comunique «La danza inmóvil» de Manuel Scorza con El Gaznapiron de Alejandro Sánchez Aizcorbe.
Diría yo, atrevidamente, dos de los tantos pilares de una novelística que devolverá a la literatura sudamericana su lugar, porque en estos años (antes de las redes) también hubo vidas con historias para contar.
Han pasado varias décadas del devastador boom literario latinoamericano, y es hora que nuestra novelística empiece a dar frutos nuevos. Saludos de otro gaznapirón.»
La novela del narrador peruano tendrá su lanzamiento mundial este mes de junio desde Córdoba, Argentina, y en plena pandemia del Covid-19, tiempo oportuno para leer textos vigorosos que ponen de punta lo vivido; para revivir lo que sea necesario. Y el resto que se quede en aquel mundo detenido por un mísero virus coronado.