Por Aldo Parfeniuk
(Escritor, poeta y ensayista).
Entre las numerosas publicaciones de las que es autor Pedro Jorge Solans (ensayo-poesía-narrativa, crónica periodística…) seguramente «El Pantanillo de Ernesto Sábato», que acaba de ver la luz con el sello editorial de Corprens, es una de las que dejará profunda huella en el campo de la literatura cuyo objeto es la investigación bio historiográfica y periodística. Después de indagar durante más de cuarenta años en la vida y en la producción literaria del gran autor de Sobre héroes y tumbas, Solans nos deja esta inestimable contribución que cubre –por lo menos- un doble aspecto: el de ensanchar el perfil biográfico de Sábato y las decisiones cruciales en su vida, y el de aportar datos de gran utilidad para encarar una investigación seria sobre la presencia –en forma esporádica, temporaria o más o menos permanente- de numerosos personalidades de la ciencia, el arte y la cultura en nuestra región serrana, especialmente de este sur de Punilla, en el que está emplazado Carlos Paz y poblados adyacentes.
El libro se divide en cuatro capítulos: “La morada serrana del escritor”; “Sobre Uno y el universo”; “Sobre El Túnel” y “Ilustraciones y apuntes”. Haciendo gala de una inspirada prosa poética, que no descuida el rigor documental, Solans anota: “ Siendo científico, Ernesto Sábato llegó a El Pantanillo, el humedal donde inició con intensidad un cambio existencial que se tradujo en ensayos y novelas reconocidas en el mundo y elogiadas por Albert Camus, Thomas Mann, Graham Greene y Salvatore Quasimodo”: aspectos fundamentales en la vida de cualquier escritor, que en el caso de Sábato hasta el momento no habían sido relevados.
El libro efectúa valiosos aportes con relación al contexto de época y lugar y –en importante medida- sobre diferentes personalidades que, por los años en que Sábato se radica temporariamente entre nosotros, también se acercan al lugar, tanto en plan de descanso como por necesidades creativas. Pintores, cineastas, músicos, dramaturgos y actores, lo mismo que poetas y escritores, ponen de moda –especialmente en la Buenos Aires capitalina- a las sierras de Córdoba, ostentando, el sur del Valle de Punilla, una categoría pionera que bien vale la pena rescatar, como un atractivo turístico-cultural más. Lo cierto es que –de acuerdo a lo investigado por Solans- a los nombres centrales de Falla, Sábato y Furt, hay que agregarle otros nombres ilustres del arte y la cultura que, la mayoría de las veces atraídos por lazos de amistad o relaciones artísticas, anduvieron por aquí creando o convocando a las musas inspiradoras. La lista es extensa, y a medida que se investiga se acrecienta: Atahualpa Yupanqui, León Zárate, Rogelio Yrurtia, Enrique Wernicke, Alejandra Pizarnik, Leónidas Barletta, Cayetano Córdova Iturburu, Juan Battle Planas, Enrique Molina, Pablo Rojas Paz, Arturo Marasso, Guillermo Butler, Egidio Cerrito, son algunos de los nombres que integran la extensa nómina. Y si quisiéramos ampliar la búsqueda, no para hacer “chapa” –como se dice- sino para hacer visible de una vez por todas la historia artística y cultural del Valle, ahí está el caudal de nombres que, o tuvieron que vivir entre nosotros (por ejemplo obligados por pandemias del siglo pasado como la tuberculosis) o nos eligieron para escenificar debidamente su ocio creativo; pero la nómina es larga, y entre otras figuras cabe mencionar a: Alfonsina Storni, Enrique Muiño, Manuel Mujica Láinez, Jorge Luis Borges, Roberto Arlt, Ulises Petit de Murat, Federico Valle, Sara Gallardo, Miguel Ocampo, Ernesto Fariña, Enrique Cadícamo, Agustín Bardi y un extenso etcétera que invita a ser debidamente relevado y estudiado.
En su obra Solans también despliega sus conocimientos filosófico-literarios y analiza con solvencia la compleja problemática que Sábato aborda en las obras pergeñadas en El Pantanillo, lo cual constituye un aporte que enriquece el cúmulo de estudios existentes sobre la original obra del novelista: obra que, por imperio de las circunstancias que actualmente atraviesa la humanidad, se ha convertido nuevamente en referencia necesaria para repensar cuestiones existenciales del hombre actual.
El libro se cierra con el aporte de fotografías de La Tapera –el modesto lugar donde viviera Sábato- , de dibujos y pinturas que el autor de El Túnel hiciera para los amigos y vecinos del lugar y un detallado registro de las personas cercanas –incluyendo su mujer , hijos y nietos- que acompañaron su permanencia serrana, destacándose los testimonios gráficos de la visita que Sábato, junto a nuestra emblemática Doña Jovita (José Luis Serrano), realizara con Pedro Solans en 2002.
Pedro Solans ha publicado – entre otros libros- «Los Gigantes no cesan de llorar» (Premio Rodolfo Walsh 2002 del Cispren Cba.); «Crímenes en sangre»; «El Sur Negro» y varios libros de poesía. En 1993 fundó El Diario de Carlos Paz, prestigioso medio gráfico que circula en todo el Valle de Punilla y del que es su Director General.