Ana Rosa Domenella es hija del reconocido ingeniero Alfredo Domenella, promotor de la cartera turística de nuestra ciudad, además de otras actividades fundacionales de instituciones intermedias y servicios públicos. Obtuvo la licenciatura y el profesorado en Letras Modernas en la Universidad Nacional de Córdoba y el doctorado en Letras Hispánicas en El Colegio de México (1982). Fue premiada con la distinción José Revueltas de ensayo, otorgado por el INBA y el Gobierno de Durango 1982. El prestigio de Ana Rosa Domenella en el ámbito literario trascendió las fronteras y antes de partir hacia México, trabajó en la entonces Dirección de Turismo, en prensa y en los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la Universidad Nacional de Córdoba donde cursó sus estudios universitarios. Ha publicado ensayos en torno a novelas contemporáneas sobre la dictadura cívico-militar de Argentina, en especial textos de Luisa Valenzuela, María Teresa Andruetto, Laura Alcoba y Eugenia Almeida.

Conversamos con ella, en el marco de su condecoración con la Medalla del Centenario, la máxima distinción que entrega la Ciudad de Villa Carlos Paz.

-Ana, ¿qué se siente volver a la ciudad después de tanto tiempo?

-«Tanto tiempo, no. Hace un año y medio que vine. Estuve cuatro años y medio sin venir, cuatro en sí, por la pandemia, y porque tuve un episodio oncológico, pero en general, desde que me casé, en diciembre del 72, hasta que fallecieron mis padres y todo, trato de venir, si no cada año, cada dos años. Mi cercanía con Carlos Paz estuvo siempre en mi corazón.»

–¿Y qué consideración tiene usted, Ana, respecto a la política del Intendente Avilés de revalorizar la identidad cultural carlospacense e incorporarla a la propuesta turística de la ciudad?

-«Me alegra mucho que haya una intención de rescatar la identidad, la cultura, porque la cultura es lo que nos salva de las crisis. A nivel nacional pareciera que hay un ataque a la cultura (cierres de bibliotecas o falta de apoyo) de modo que saber que Carlos Paz rescata la impronta cultural y que promueve una feria internacional del libro…Me da muchas esperanzas. Esperanza de que saldremos adelante y me siento orgullosa, entonces, de haberme formado aquí. Yo soy carlospacense de corazón, me fui de Argentina a los 26 años, en el año ‘71, pero siempre he regresado. Algunos años daba charlas en la Biblioteca Córdoba o en la Facultad de Filosofía y Letras. Luego que falleció María Luisa Cresta de Leguizamón, que fue mi profesora, dejé de hacer tantas actividades directas. En México trabajo com escritoras, soy fundadora de un taller de literatura y de crítica literaria que se llama “Diana Morán”, cumplimos 40 años de trabajo interrumpido, tenemos casi 30 libros publicados, una colección que se llama “Desbordar el Canón” con escritoras mexicanas del siglo XX. Es un trabajo parecido al que hace la Universidad Nacional de Villa María, con María Teresa Andruetto, (a quien conozco, y admiro su trabajo) pero ella es 10 años menor que yo, 10 años después estuvo en la Universidad. Nos conocimos más tarde por su obra.»

–Ana. ¿le parece que estamos viviendo un momento donde, más allá de lo que pasa en Argentina respecto a la cultura, el campo literario se ha abierto a las mujeres? Pareciera que hay mayor participación de las mujeres. 

-«Este fenómeno, sí, es relativamente reciente. Bueno, nosotros hace 40 años que lo estamos promoviendo en México, ¿no? Pero el trabajo fue incluir escritoras en nuestros programas universitarios, llevar a los congresos, ponencias sobre escritoras. Yo trabajo hispanoamericana en general, pero fundamentalmente en los últimos años escritoras argentinas y mexicanas contemporáneas, como Luisa Valenzuela, am Mariana Enríquez y demás. Yo creo que sí, que es el momento. El auge en México empezó en los años 80, con novelas como Agua para Chocolate, Arráncame la Vida, pero luego se ha consolidado. Y ahora, bueno, los escritores argentinos siempre han sido importantísimos en toda la narrativa, pero ahora las escritoras jóvenes escriben cosas muy fuertes, muy oscuras, ¿no? Góticos. Pero son buenas.»

–¿Y cómo lo ves a Aldo (Parfeniuk), que es quien inaugurará la Feria?

«Aldo es un muy buen poeta muy reconocido por su literatura aquí en la ciudad, y alguien que ha luchado por la cultura y se ha apasionado por eso, aparte de su trabajo en la universidad. Yo lo quiero, lo admiro.»