Por Clara Gagliano, Editora Corprens
¿Cómo explicar que la actriz que interpretó a la caricaturesca «Bruja del 71» en El Chavo del 8 fue, en realidad, una combatiente antifascista durante la Guerra Civil española? La paradoja define la vida de María de los Ángeles Fernández Abad, cuya biografía supera cualquier ficción televisiva.
Nacida en Madrid un 9 de julio de la década de 1920, Angelines —como se la conocería artísticamente— manifestó desde los 14 años un compromiso político inquebrantable. Integró guerrillas anarcosindicalistas que resistieron al régimen franquista durante el conflicto bélico (1936-1939). Derrotada la causa republicana, emprendió el exilio americano: primero en Cuba y luego en México, país que acogió a miles de refugiados españoles.
Su reinserción en la vida cultural mexicana resultó notable. Durante la Época de Oro del cine nacional, compartió elenco con figuras como Cantinflas y Arturo de Córdoba. Pero el giro decisivo llegó en los años setenta, cuando su compatriota y amigo Ramón Valdés —futuro «Don Ramón»— la recomendó a Roberto Gómez Bolaños «Chespirito». Así nació Doña Clotilde, personaje que la convertiría en ícono continental.
La ironía histórica resulta palpable: mientras en pantalla se estereotipaba a una mujer soltera como figura cómica y marginal, en la vida real Fernández Abad encarnaba valores de resiliencia. Había combatido dictaduras, sobrevivido al desarraigo y construido una carrera artística en tierra ajena sin renunciar a sus convicciones.
El epílogo de su vida añade un capítulo conmovedor. Tras la muerte de Valdés en 1988, Angelines permaneció en vigilia frente a su tumba durante horas. Cuando falleció en 1994 —curiosamente a los 71 años que inspiraron su apodo televisivo— expresó el deseo de descansar junto a él. Su hija Paloma materializó este pedido en el Panteón Mausoleos del Ángel de Coyoacán, legando además el testimonio de una madre luchadora.
La historia de Angelines Fernández, rescatada por su familia, revela cómo tras los rostros populares yacen a menudo trayectorias silenciadas. Su doble condición de excombatiente republicana y estrella de la comedia televisiva plantea una reflexión sobre memoria, exilio y los mecanismos de reconstrucción identitaria en el destierro.