Cada 6 de marzo, se celebra el Día Internacional del Escultor, una fecha dedicada a honrar a los artistas que, con sus manos y su creatividad, transforman materiales inertes en obras de arte que perduran en el tiempo. Esta conmemoración rinde homenaje a quienes moldean la piedra, la madera, el metal y otros materiales, dando vida a formas que inspiran, emocionan y cuentan historias.

El Día Internacional del Escultor coincide con el nacimiento de Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564), uno de los más grandes escultores de la historia y una figura emblemática del Renacimiento. Obras como El David y La Piedad son testimonio de su genialidad y han dejado una huella imborrable en la cultura universal. Este día no solo celebra a Miguel Ángel, sino a todos los escultores que, a lo largo de la historia, han contribuido a enriquecer el patrimonio artístico de la humanidad.

La escultura es una de las formas de expresión artística más antiguas. Desde las estatuas de la antigua Grecia y Roma hasta las vanguardias contemporáneas, los escultores han utilizado su talento para explorar la forma humana, representar divinidades, conmemorar eventos históricos y expresar ideas abstractas. Cada obra es un diálogo entre el artista y el material, un proceso que requiere paciencia, técnica y una profunda sensibilidad.

En la actualidad, el Día Internacional del Escultor es una oportunidad para reconocer el trabajo de artistas que, en todo el mundo, continúan innovando y desafiando los límites de este arte. Desde esculturas monumentales en espacios públicos hasta piezas íntimas en galerías, su trabajo enriquece nuestro entorno y nos invita a reflexionar sobre la belleza y la condición humana.

Además, esta fecha es un llamado a valorar y preservar el patrimonio escultórico de cada país. Muchas obras, tanto antiguas como modernas, enfrentan desafíos como el deterioro, el vandalismo o la falta de mantenimiento. Celebrar este día es también una invitación a proteger estas creaciones, que son parte fundamental de nuestra identidad cultural.

En diversas partes del mundo, el Día Internacional del Escultor se celebra con exposiciones, talleres, conferencias y encuentros entre artistas. Estas actividades buscan acercar al público al proceso creativo detrás de la escultura, mostrando que no se trata solo de un arte estático, sino de una disciplina llena de vida y movimiento.