Hayao Miyazaki, el maestro japonés de la animación, es conocido por crear mundos ricos en fantasía, repletos de criaturas fantásticas y escenarios oníricos que deslumbran tanto a niños como a adultos. Sin embargo, a lo largo de su carrera, no ha sido ajeno a las influencias literarias que han marcado su visión artística. Una de las más claras y fascinantes es su admiración por «Alicia en el País de las Maravillas», la famosa novela de Lewis Carroll, cuyas referencias se entrelazan de manera sutil pero significativa en varias de sus películas. ¿Cómo se manifiestan estas referencias y qué revelan sobre la obra de Miyazaki?

Alicia: un referente de lo surreal y lo absurdo

La obra de Lewis Carroll, publicada en 1865, es un clásico que ha influenciado no solo la literatura infantil, sino también otras formas de arte, como el cine y la animación. La historia de Alicia, una niña que cae por un agujero y se encuentra con un mundo extraño y sin lógica, ha cautivado a generaciones por su juego con el absurdo, el surrealismo y los límites difusos entre la realidad y la fantasía. Estas cualidades han hecho que muchos cineastas, y especialmente Miyazaki, se vean reflejados en el universo de Alicia, un mundo de maravillas donde lo imposible parece posible.

Referencias directas y metáforas visuales

En varias de sus obras, Miyazaki no solo ha utilizado elementos visuales o narrativos que recuerdan a «Alicia en el País de las Maravillas», sino que ha integrado en sus historias conceptos similares de transformación, confusión y descubrimiento. Una de las películas donde estas influencias son más evidentes es «El viaje de Chihiro» (2001), un filme que, si bien tiene su propia mitología y es un reflejo de la cultura japonesa, también remite a los temas de «Alicia».

1. Los mundos alternativos: un viaje iniciático.

En «El viaje de Chihiro», la protagonista, Chihiro, atraviesa un portal hacia un mundo paralelo lleno de seres extraños, y como Alicia, debe encontrar su camino mientras enfrenta los desafíos de ese nuevo y confuso entorno. La idea de caer en un mundo surrealista donde las reglas de la realidad no se aplican de manera lógica es una de las referencias más directas a «Alicia en el País de las Maravillas». Así como Alicia experimenta transformaciones físicas (como cuando crece o se encoge después de comer o beber algo), Chihiro también sufre transformaciones simbólicas a lo largo de su viaje, lo que refuerza el paralelismo entre ambas protagonistas.

2. La figura del sombrerero loco

En la película «Mi vecino Totoro» (1988), otro de los filmes más queridos de Miyazaki, se puede encontrar una referencia a los personajes excéntricos de «Alicia en el País de las Maravillas». Aunque no hay una referencia directa al Sombrerero Loco, la figura de Totoro, un ser gigantesco y misterioso que acompaña a las dos niñas en su aventura, evoca la misma sensación de extrañeza y maravilla. Totoro es un personaje que, al igual que el Sombrerero Loco, se mueve dentro de un mundo donde las reglas no están claras y las situaciones parecen seguir una lógica propia, casi onírica.

3. El concepto de transformación: lo inquietante y lo fantástico

En «La princesa Mononoke» (1997), Miyazaki explora otro tipo de transformación, pero con una conexión temática que remite a la idea de los cambios abruptos en «Alicia en el País de las Maravillas». El protagonista, Ashitaka, es maldecido por un jabalí poseído por un espíritu maligno, y su cuerpo empieza a transformarse de manera alarmante. Este tema de transformación —y la lucha por mantener la identidad a través de cambios inesperados— es un paralelo claro con las experiencias de Alicia, quien cambia de tamaño o enfrenta situaciones extrañas que desafían su comprensión del mundo.

4. El niño y la garza: un viaje hacia lo desconocido

El niño y la garza cuenta la historia de Mahito, un joven que, tras una tragedia personal, se embarca en un viaje hacia un mundo paralelo lleno de criaturas fantásticas y seres misteriosos. Esta aventura, que parece sacada de un sueño, se convierte en un proceso de transformación tanto externa como interna para el protagonista. La estructura narrativa de la película, llena de elementos surrealistas y oníricos, se asemeja a los viajes que realiza Alicia en el País de las Maravillas, donde se enfrenta a situaciones absurdas y personajes que no obedecen las reglas del mundo real.

Una de las referencias más claras a Alicia en el País de las Maravillas en El niño y la garza es el concepto de un viaje hacia lo desconocido. Al igual que Alicia, Mahito se encuentra de repente en un mundo extraño, donde las leyes de la física y la lógica no se aplican como en la realidad. El entorno en el que se adentra está repleto de simbolismos, transformaciones y criaturas que desafían la razón, lo que refleja el surrealismo propio de la obra de Carroll.

5. El juego con las reglas del espacio y el tiempo

Una de las características más notables de «Alicia en el País de las Maravillas» es el manejo fluido y caprichoso del tiempo y el espacio. Los personajes, las ubicaciones y las situaciones cambian sin previo aviso, y la lógica habitual del mundo parece romperse en cada página. Esta influencia se puede ver en «El castillo en el cielo» (1986), donde Miyazaki introduce un mundo flotante con leyes físicas que no siguen las normas de la realidad. En este sentido, la película refleja la naturaleza impredecible y surrealista de «Alicia», cuyo desarrollo no sigue una narrativa lineal ni lógica, sino que fluye de una situación a otra, lo que mantiene al lector (o espectador) constantemente sorprendido.

Alicia y Miyazaki: La búsqueda de la identidad en lo extraño

Las conexiones entre «Alicia en el País de las Maravillas» y las películas de Hayao Miyazaki no solo son visibles a nivel visual o narrativo, sino que también comparten una profunda exploración de la identidad y el autodescubrimiento. Así como Alicia se enfrenta a un mundo que desafía su comprensión, los personajes de Miyazaki suelen embarcarse en viajes iniciáticos donde se enfrentan a lo desconocido y se encuentran a sí mismos en el proceso.

Estas conexiones no solo revelan su admiración por la obra de Lewis Carroll, sino que también reflejan la vasta riqueza que el cineasta ha logrado construir a lo largo de su carrera, y subrayan una afinidad por lo surreal, lo fantástico y lo onírico, elementos que son esenciales en las obras de Miyazaki. Al igual que en el mundo de Alicia, en sus películas los límites entre lo posible y lo imposible se desdibujan constantemente, creando universos llenos de maravillas, pero también de lecciones profundas sobre la identidad, el crecimiento y la naturaleza humana.