Pina Bausch, nacida el 27 de julio de 1940 en Solingen, Alemania, es una de las figuras más influyentes y revolucionarias en la historia de la danza contemporánea. Bausch se inspiró en el modelo artístico propuesto por (Bertold) Brecht, lo que la llevó a desarrollar un enfoque único y vanguardista, fusionando la danza con el teatro, dando origen a una nueva forma de expresión artística conocida como «teatro-danza» o «Tanztheater». A lo largo de su carrera, Bausch no solo redefinió los límites de la danza, sino que también dejó un legado perdurable que continúa inspirando a artistas y coreógrafos en todo el mundo.

El estilo distintivo de Pina Bausch se caracteriza por la combinación de movimientos de danza con elementos teatrales, como el uso de texto, gestos cotidianos y una fuerte carga emocional. Este enfoque innovador permitió explorar una amplia gama de emociones humanas y situaciones de la vida cotidiana, haciendo que sus obras fueran accesibles y profundamente resonantes para el público.

Bausch desarrolló su carrera principalmente en el Tanztheater Wuppertal, compañía que dirigió desde 1973 hasta su muerte en 2009. Sus producciones a menudo desafiaban las convenciones del ballet clásico y la danza moderna, incorporando una mezcla ecléctica de música, escenarios impactantes y un fuerte sentido de la narrativa. Obras como «Café Müller», «Kontakthof» y «Vollmond» se convirtieron en emblemáticas, conocidas por su exploración de temas como el amor, la soledad, el miedo y la sociedad.

Influencia en la danza y el arte contemporáneo
La influencia de Pina Bausch trasciende el mundo de la danza. Su enfoque interdisciplinario ha inspirado a coreógrafos, bailarines, directores de teatro, cineastas y artistas visuales. Bausch colaboró con cineastas como Federico Fellini y Pedro Almodóvar, y su estilo ha sido una referencia clave en el desarrollo del cine de autor y la video-danza.

La manera en que Bausch abordó la expresión corporal y la narrativa ha influido en generaciones de artistas que buscan ir más allá de las formas tradicionales de expresión. Su legado se percibe en la creciente aceptación y exploración de formas híbridas de arte que combinan diferentes disciplinas para contar historias complejas y emocionales.

«Pina», el documental

El renombrado cineasta alemán Wim Wenders realizó «PINA», un documental homenaje cinematográfico a la vida y obra de la icónica coreógrafa y bailarina. Estrenada en 2011, esta película es notable no solo por su exploración del arte de Bausch, sino también por su innovador uso de la tecnología 3D para capturar la danza de una manera nunca antes vista en el cine.

La cinta pone el foco en el trabajo de Bausch con el Tanztheater Wuppertal, su compañía de danza, mostrando una selección de sus piezas más emblemáticas, como «Café Müller,» «Le Sacré du Printemps» y «Vollmond».

Originalmente, Wenders planeaba realizar «PINA» en colaboración con Bausch, pero la coreógrafa falleció inesperadamente en 2009, justo antes del inicio del rodaje. A pesar de este golpe, el director decidió continuar con el proyecto, como un tributo a Pina, en colaboración con los miembros de su compañía de danza. A través de la película, los bailarines de la compañía expresan no solo su arte, sino también sus experiencias personales y profesionales con Bausch, proporcionando una visión íntima y conmovedora de la influencia que ella tuvo en sus vidas y carreras. La película resultante es tanto un documento de sus coreografías como una celebración del espíritu artístico y humano de la inmensa Pina Bausch.

Un legado que perdura
Tras su fallecimiento en 2009, el legado de Pina Bausch ha continuado vivo a través del Tanztheater Wuppertal, que sigue representando sus obras y manteniendo su enfoque artístico. Además, numerosos festivales, exposiciones y retrospectivas se han dedicado a celebrar su obra, asegurando que nuevas audiencias puedan experimentar su impacto.

Bausch no solo dejó una huella en el mundo del arte, sino que también abrió caminos para el cuestionamiento de los roles de género, la identidad y la política en la danza. Su trabajo invita a los espectadores a reflexionar sobre su propia humanidad y a conectar con los aspectos más profundos de la experiencia humana.