Se estrenó ayer por TNT «Cris Miró (Ella)», una biopic original que describirá la historia de la primera mujer trans argentina en hacerse famosa como vedette, y desde este lunes estará disponible completa en Flow.
La historia de Cris Miró despertó interés en varias ramas del arte, por ejemplo, desde febrero de este año, su vida en poema, integra el libro «Oscuro y sin luceros» del escritor y periodista Pedro Jorge Solans.
El poema de Solans sobre la vida de la trans se titula Cris Miro y contempla el último reportaje que brinda la artista a una incisiva Mirtha Legrand, y fue publicado en Madrid por la editora española Avant.
Cris Miró
(del libro Oscuro y sin luceros Pedro Jorge Solans. Editorial Avant 2024)
I
Me refugio en tu sombra.
No libraré más batallas,
ni lloraré lágrimas de sangre.
Mi cabeza estallada
no tendrá
más presiones.
Cuando pase la ráfaga
de aquello,
seré migrante en el viento.
Seré latido perdido
buscador de lo posible,
un girasol abierto en el universo.
II
Cris Miró puso colores a su destino
lentejuelas y un desnudo distinto,
el suyo, de mujer delicada.
Escapó de los engaños
vio cómo reducían lo vivo
a un punto incierto.
Ni el cáncer,
ni el sida.
La mató la pena.
III
Viajó apenas
con su mirada frágil,
dejó el corazón
en sus lágrimas.
Alzó la muñeca
con su pierna rota,
vestida de «La Chola».
Voló sobre un mar
pintado de amarillo.
Desde la lejanía,
insinuaba
un diminuto faro.
Gerardo Elías
no se había movido de ahí,
sin embargo, ella no volvió.
IV
El campo de la disputa,
donde peleó
con uñas y dientes,
fue un antiguo cuerpo
no elegido.
Entre arrugas y rasguños
salió airosa,
pero lloró
un tango marchito
aferrado
a una flor sin tallo.
V
No te rindas mujer.
A Gerardo Elías
se lo llevaron
las olas del marino Virguez.
Se lo llevó un padre
con dos besos
cuando estabas herida
en la calle.
Con plumas y concheros
gritaste tu dolor.
Gritos que faltan
sin que lo pidan.
No, no te entregues
frente al diablo fingidor.
No pidas perdón
en la esquina de las putas.
VI
Bajo el apagón
tocar
oler
oír
mirar
reconocer
dónde estuvo el otro,
la otra,
los juntos.
Sintieron
cómo se movía
el mundo diverso.
la materia
es un juego
de tensiones.
VII
La noche maquillada
entre faroles rojos
espera:
un soplo
un orgasmo
un instante.
Desea tu belleza
muñeca.
Pero no se anima.
VIII
Sellaste los pies
en un piso movedizo,
sabías
de sustos,
de seres artificiales.
Ocuparon sitios en el Espacio.
Enfrentaste la fobia
revoleando la cartera
la comida de la semana.
La suerte estuvo echada,
ni uno ni otra, la tuya.
Era Cris Miró buscándose.
IX
(En 1995 la vedette trans Cris Miró asistió al programa televisivo «Almorzando con Mirtha Legrand» emitido por Canal 9 de Buenos Aires. Compartió mesa con los galanes argentinos Juan Darthés e Ivo Cutzarida).
Dios descendió en paracaídas,
atravesó el gentío,
rostros del mismo odio.
Mudos, tiesos, esperaban
la voz fusiladora de la entrevista.
La entrevistadora se percibía
todopoderosa.
En 1995, todos los gatos eran pardos:
—No sé, mi amor, cómo tratarte
—¿Por qué?
—No sé, señorita… señor… no sé…
votaste, ¿no?
—Por supuesto.
—Bueno, ¿en qué mesa?
Votaste en mesa de caballeros, ¿no?
—Sí, sí, por supuesto…
—Claro, claro…
¿Cuál es tu verdadero nombre?
—Mirá, mi verdadero nombre es el que siento,
Cris Miró.
—¿Por la calle vas vestida así, tal cual?
—Sí… no vine en helicóptero.
—¿Quiénes te dicen piropos, los hombres o las mujeres?
—¿Sabes qué…? Los hombres por supuesto,
pero las mujeres también.
Sorpresivamente me esperan a la salida del teatro
para conocerme las señoras con sus maridos…
—¿Sí?
—Para felicitarme
—En este momento no hay una vedette,
más mona,
más sensual
que Cris Miró ¿no?…
¿Esta es tu voz natural?
—Sí…
—¿No sé si te molesta que te haga este tipo de preguntas?
—No; entiendo por qué las hacés…
—Claro… claro… es lógico…
¿Pero te molesta que se sepa que sos un muchacho, o no?
—No. Mi condición de artista supera a Gerardo Elías,
a la mismísima Cris Miró.
—¿Vos pensás, si alguna vez en tu vida se pueda revertir la
situación, es decir, bueno.
No querés ser más mujer. Y asumís tu condición de hombre,
de muchacho…y te casás, y tenés hijos…
¿Vos creés que pueda suceder?
—Disfruto tanto de mi vida que no creo que vaya a suceder. Como Dios,
es muy difícil que deje de ser hermafrodita.
—¡Ay, por favor, no lo concibo!
La bailarina del teatro Maipo,
la más linda,
la más sensual de Argentina
se retiró del brazo de Supremo,
la pantalla de Televisión enmudeció,
la imagen
se hacía cada vez más pequeña.
Había finalizado la función.
X
La alegría embarazó la luna
en un amanecer tardío,
Cris Miró se distrajo,
Sonriendo a la revolución.
Hubo turbulencias,
confusiones.
Los puntos cardinales
abortaron aterrizajes.
Una multitud azorada,
sobreviviendo.
En procesión
trastabillándose.
No sabía lo que hacía
ante el final de los sexos.
Pandora abrió su caja,
las familias multi especies
coparon la comarca.
La muñeca dio el primer paso,
bebió la miel olvidada por la luna.
Basada en el libro “Hembra. Cris Miró. Vivir y morir en un país de machos”
La serie que se estrenará hoy está basada en el libro “Hembra. Cris Miró. Vivir y morir en un país de machos” de Carlos Sanzol, con guion de Martín Vatenberg y Lucas Bianchini, y dirigida por Martín Vatenberg en colaboración con Javier Van de Couter, la serie está protagonizada por Mina Serrano en el papel de Cris Miró y contará con las actuaciones estelares de Katja Alemann, César Bordón, Agustín “Soy Rada” Aristarán, Vico D´Alessandro, Marcos Montes, Toto Rovito, Manu Fanego, Martín “Campi” Campilongo, Carolina Kopelioff, Alejandro Tantanian y Adabel Guerrero, entre otros.
Cris Miró (Ella), la serie original de TNT y Flow producida por Nativa y EO Media, será un viaje en el tiempo para redescubrir la estética, la coyuntura y el show business de la época.
La primera vedette trans del Teatro Maipo de Buenos Aires
Impulsada por la producción de Gerardo Sofovich, en 1995, Cris Miró fue elegida como la primera vedette trans de la revista del Teatro Maipo en Buenos Aires.
Un joven transformado en una sensual y ambiciosa Cris vio la oportunidad de presentarse al mundo como realmente se sentía, se animó a vivir distinto y construyó su identidad como Cris Miró: una mujer, con un productor que supo ver su carisma, logró los desafíos más duros en la sociedad argentina: fama, visibilidad y aceptación. Sin embargo, el HIV positivo echó por tierra sus triunfos, pero se maquilló para morir tan bella como vivió.