por Marcela Valencia Tsuchiya
El lunes pasado, en el hermoso campus de Stevenson University, Maryland, se estableció el primer Bosque de la Poesía en los Estados Unidos.
La buena noticia se ha debido al apoyo de los doctores Laura Smith y Aaron Chandler, Chair del Departamento de Inglés, y a las autoridades de dicha universidad.
Alumnas y alumnos del taller de poesía de la profesora Smith recitaron sus poemas en la explanada de la flamante Biblioteca Philip A. Zaffere, rodeada de árboles recién plantados y de árboles que superan los cien años de generosa existencia.
Ángela Ortiz y Katie Campbell, alumnas de español, leyeron respectivamente “Libro de la naturaleza” de César Vallejo y “Poema del árbol” de Antonio Machado.
El escritor Alejandro Sánchez-Aizcorbe rindió un homenaje a Leopoldo Castilla, Aldo Paferniuk y Pedro Solans, los tres poetas argentinos que en plena pandemia tuvieron la iniciativa de crear los Bosques de la Poesía. Éstos han ido creciendo en Argentina, España, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia y, ahora, en los Estados Unidos.
Sánchez-Aizcorbe tradujo y leyó “Somos uno”, prosa poética de Leopoldo Castilla que concluye con un imperativo inapelable: Que los bosques de la poesía nos devuelvan la poesía de los bosques.
Por último, Sánchez-Aizcorbe encomió la incansable labor de Pedro Solans y su Diario de Carlos Paz —que acaba de cumplir 31 años— en apoyo a los Bosques de la Poesía y en pro de que la naturaleza se convierta en sujeto de derecho.
