Sinopsis: «Situada en un futuro distópico, en los cuales los estados de California y Texas se sublevan contra Washington y el Presidente de los EEUU, desatando una crudisima guerra civil, dos periodistas de guerra, Lee Smith (interpretada por una cada vez mejor Kirsten Dunst) y Joel (un impresionante Wagner Moura) fijan rumbo a DC desde Nueva York para entrevistar al presidente. Al dúo de veteranos se unen su mentor, Sammy (Stephen McKinley Henderson) y una jovencisima aspirante a fotoperiodista, Jesse Cullen (interpretada por Cailee Spaeny, un nombre para recordar, ya que seguramente la veremos en más producciones destacadas), admiradora de Lee, quien la acepta en el viaje a regañadientes, advirtiendole que es muy joven para la violencia que van a encontrar en el camino».
Ayer fui, con alguna expectativa pero no tanta, a ver la última película del británico Alex Garland. Y debo decir, sin temor a equivocarme, que el adjetivo que mejor la describe es «maravillosa». Hasta me atrevo a calificarla como una obra maestra. La dirección fotografica es sorprendetemente bella y a lo largo de sus casi 120 minutos, nos regala una colección de fotografías que te quitan el aliento, respetando al máximo cada detalle para cuidar la delicada estética de la cinta. La música se amalgama muy bien, y al igual que ocurre en Dune, los sonidos de la guerra se vuelven parte de la banda sonora. Civil War es una película que te tiene en constante tensión, al borde de la butaca.
La cinta no escatima en crudeza, pero elude con muchísima elegancia los golpes bajos: tras el pico de violencia que viviran en carne propia los y las protagonsitas, las secuencias posteriores serán en off (silenciadas las voces, sólo oímos la música y nos admiramos con la belleza del paisaje) y es aquí que Garland nos obsequia una secuencia fotográfica memorable.
Civil War no sexualiza los personajes femeninos (ni siquiera a Jesse, el más joven) ni los vínculos entre ellos, y sin que aflore nigún tipo de competencia o mezquindad de Lee a Jesse, desarrolla con maestría la evolución del vinculo maestra-discípula, sin caer en los lugares comunes a los que Hollywood nos acostumbra.
Con su última producción, Alex Garland reivindica (sin romantizar) la profesión del fotoperiodismo, y redefine, no tengo dudas, el género cinematográfico en el cual se enmarca: Civil War es una pelicula bélica, sí. Cruda, violenta, y a su vez, de una belleza estética sorprendente.
Reseña de Clara Gagliano, Editora de Corpens.
