Tras sufrir durante años una enfermedad degenerativa, la madrugada del martes 2 de abril falleció en el hospital de Apt, en Vaucluse (Francia), la escritora guadalupeña Maryse Condé, una de las mayores voces de la literatura francófona, eterna candidata al Nobel y ganadora del Right Livelihood Award, conocido como el Premio Nobel Alternativo, según informó su esposo, Richard Philcox.
Originaria del archipiélago francófono de Guadalupe, una de las Antillas, Maryse Liliane Appoline Boucolon, como se llamaba en realidad, deja más de una treintena de títulos entre novela, ensayos, obras de teatro, libros infantiles y una autobiografía. Entre sus temas habituales se encontraban el colonialismo, la sexualidad y la diáspora negra, y presentó a los lectores de todo el mundo una riqueza de conocimientos africanos y caribeños.
Nacida en Pointe-à-Pitre el 11 de febrero de 1934, Maryse Condé era la menor de ocho hermanos. Su madre, profesora, le prohibió hablar creole y la obligó a aprender el francés. Creció como una “niña mimada”, como ella misma solía decir, ajena al conocimiento de la esclavitud y el racismo, y cuando por motivos de estudios se trasladó a París a los dieciséis años, se enfrentó por primera vez a los prejuicios raciales.
Más tarde, mientras estudiaba en la Sorbona, comenzó a aprender sobre la historia africana y simpatizó con el movimiento comunista. Quedó embarazada tras una aventura con el activista haitiano Jean Dominique. En 1958 se casó con el actor guineano Mamadou Condé, pero pocos meses después la relación se volvió tensa y se mudó a Costa de Marfil, pasando la siguiente década en varios países africanos, incluidos Guinea, Senegal, Mali y Ghana.
En esa época conocería al Che Guevara, Malcolm X, Julius Nyerere, Maya Angelou, Laurent Gbagbo —quien años después sería presidente de Costa de Marfil— y el cineasta y autor senegalés Ousmane Sembène, entre otras personalidades.
Después de ser acusada de actividad subversiva en Ghana y deportada a Londres, donde trabajó como productora de la BBC durante dos años, regresó a Francia y obtuvo su maestría y doctorado en Literatura Comparada en la Universidad París-Sorbona en 1975.
Escritora tardía, es en 1976, a los cuarenta años, cuando publica su primera novela, Hérémakhonon, donde narra la historia de una mujer guadalupeña educada en París, que se da cuenta de que su lucha por establecer su identidad es un viaje interno, más que geográfico.
En 1981 se divorciaría de su marido tras una larga separación y, al año siguiente, se casó con uno de sus traductores de inglés, Richard Philcox. Ganó prominencia como escritora caribeña contemporánea en 1984 con la publicación de su tercera novela, Segu, sobre la vida de Dousika Traore, consejera real en el reino africano titular a finales del siglo XVIII, que debe lidiar con los crecientes desafíos de la religión, la colonización y la trata de esclavos a lo largo de seis décadas. La obra fue un éxito de ventas y el New York Times la elogió como “la novela más importante sobre el África negra publicada en muchos años”.
Al año siguiente publicó una secuela, Los hijos de Segu, y recibió una beca Fulbright para enseñar en Estados Unidos. Durante las siguientes décadas, se convertiría en una prolífica autora de novelas, obras de teatro y ensayos para niños, incluido, en 1986, Yo, Tituba, bruja negra de Salem, basada en la historia de una esclava estadounidense juzgada por brujería.
Más tarde publicaría El árbol de la vida (1987), Travesía del manglar (1989), Windward Heights (1995), La deseada (1997), La Belle Créole (2001), Historia de la mujer caníbal (2003) y Victoria: la madre de mi madre (2006), en la que reconstruye la vida de su abuela analfabeta. Escribió también dos libros de memorias: Corazón que ríe, corazón que llora (2001), y La vida sin maquillaje (2017).
Vivió durante décadas en Nueva York, donde enseñó literatura francófona en la Universidad de Columbia, casa de estudios en la que fundó el Centro de Estudios Franceses y Francófonos, desde donde contribuyó a dar a conocer la literatura francófona a los estadounidenses.
Jubilada en 2005 tras enseñar en Nueva York, Los Ángeles y Berkeley, Condé recibió, entre otros reconocimientos, la Legión de Honor de Francia (2004), el Hurston/Wright Legacy Award (2005), el Prix Tropiques (2007), el Trofeo de Artes Afrocaribeñas (2008), el Trofeo de Honor del Trofeo de Artes Afrocaribeñas por el conjunto de su obra (2009) y el Right Livelihood Award, el Premio Nobel Alternativo, en 2018. También se mantuvo durante años entre los favoritos para el Premio Nobel de Literatura.
Maryse Condé vivía en Gordes, un pequeño pueblo provenzal de Vaucluse, en el sur de Francia. Afectada por una enfermedad neurodegenerativa, se estableció allí con su esposo en la década de 1980. Fue allí donde le dictó a una amiga su último libro, El Evangelio del nuevo mundo, su reescritura del Nuevo Testamento.