El martes 21 de noviembre quedó inaugurado en el espacio municipal ubicado en Quebrada de las Rosas de la ciudad de Córdoba, un nuevo bosque poético que se suma al centenar que ya se encuentra en el país y en el exterior. Ideados en 2020 por los poetas Aldo Parfeniuk, el cordobés Pedro Solans y el salteño Leopoldo ‘Teuco’ Castilla, el proyecto se propone sembrar bosques nativos como una acción –real y simbólica– que incentive la participación de las poblaciones en materia de protección de la biodiversidad. Además, piden que se declare a la naturaleza como sujeto de derecho.
El movimiento surgió en Villa Carlos Paz hace casi cuatro años, cuando los tres poetas impulsores de este proyecto vieron cómo las llamas de los incendios devoraban las sierras cordobesas.
De esa desolación y de esa indignación nació el Movimiento de los Bosques de Poesía: una idea que tuvo como primer objetivo despertar la conciencia de todos y hacer algo que contribuyera a preservar la vida en la tierra.
El primero de estos bosques tuvo un lugar en la villa que lo vio nacer pero rápidamente comenzó a expandirse por distintos puntos del país y terminó cruzando las fronteras y llegando no solamente a países vecinos –Paraguay, Perú, Bolivia– sino también a España.
Con el nombre ‘Alberto Burnichón’, quedó inaugurado en el Jardín Botánico de la ciudad de Córdoba un nuevo Bosque de la Poesía, el primero en la ciudad (varios de estos bosques ya se han puesto en pie en Río Cuarto y en ciudades del sur de la provincia).
“Para nosotros es muy emblemático que este bosque lleve el nombre de un editor asesinado por la dictadura militar. En las décadas de 1960 y 1970, Burnichón salía por las ciudades y los pueblos del interior cazando talentos y buscando poetas. Fue el primer editor de los grandes poetas de nuestro cancionero: editó por primera vez a Manuel J. Castilla, Roberto Fontanarrosa, Daniel Moyano, Jacobo Regen y promovió a artistas como Carlos Alonso y Hermenegildo Sábat. Era un hombre que difundía arte”, explica Pedro Solans.
En el acto inaugural –del que participaron los poetas Aldo Parfeniuk, el español José María Chema Cotarelo Asturias y Pedro Solans; el secretario de Ambiente de la Municipalidad, Jorge Folloni, y familiares y amigos de Alberto Burnichón– se colocó una placa y se plantaron árboles autóctonos.
“A partir de ahora, las visitas guiadas al Jardín Botánico incluirán un recorrido por el Bosque de la Poesía donde plantamos aromos y algarrobos, que son los árboles más difundidos en la poesía de nuestros poetas”, detalla Solans.
Actividades. Si bien cada Bosque de la Poesía cuenta con su propia impronta territorial, entre las actividades previstas se cuentan lecturas de poesías, presentación de libros y la realización de distintas actividades culturales como música, danza o teatro. Los espacios se convierten así en una especie de centros culturales a cielo abierto donde se amalgaman la cultura y la naturaleza. “Además, cuando nos visitan escritores de otras partes del mundo, los traemos a hacer lecturas aquí y los invitamos a dejar un poema en cada árbol, que son colocados generalmente en placas en acero que resisten la intemperie”, dice el poeta y escritor.
La naturaleza como sujeto de derecho. Uno de los objetivos que persigue este movimiento es el de la defensa de los recursos naturales. Por ello, presentaron un proyecto de ley que busca que la naturaleza sea considerada sujeto de derecho. “Esto significa que quien la daña tiene que tener la penalidad correspondiente. En Argentina esto es fundamental, porque si vos dañás la propiedad privada te cae todo el peso de la ley pero si quemás montes de árboles autóctonos o tiras líquidos cloacales a algún río o lago, pagás una multa insignificante y podés seguir haciendo el daño”, se lamenta Solans.
En este sentido, el movimiento reclama una ley que proteja a la naturaleza y condene a los autores de los ecocidios. “Estamos trabajando con la ayuda de otros grupos, como Conasud (Convocatoria por la Naturaleza como Sujeto de Derechos), con quienes hemos presentado este proyecto de ley que ya está en el Senado. Esperamos que Argentina alguna vez tenga esta importantísima ley que en Bolivia, Ecuador y varios países del mundo ya existe”.
En cuanto a las expectativas, Solans señala que tras el resultado electoral del domingo pasado no son muy optimistas pero advierte que harán todas las gestiones necesarias para impulsarlo. “Ya éramos escépticos antes, imaginate ahora. Y no porque tengamos una u otra camiseta, sino simplemente porque sabemos que nuestros legisladores antes de ser nuestros representantes, del pueblo, son lobistas de los grandes intereses. Entonces, aprobar una ley de estas características es casi una utopía, pero vamos a seguir trabajando”.