Bergman y el cine como confesionario
Cuando Ingmar Bergman filmaba un primer plano, no buscaba capturar un rostro: abría una puerta al abismo. En sus manos, la cámara se convertía en un bisturí que diseccionaba el…
Cuando Ingmar Bergman filmaba un primer plano, no buscaba capturar un rostro: abría una puerta al abismo. En sus manos, la cámara se convertía en un bisturí que diseccionaba el…