Mariano Moreno, uno de los próceres más destacados de la Revolución de Mayo en Argentina, ha dejado una huella indeleble en la historia del país. Nacido en Buenos Aires el 23 de septiembre de 1778, Moreno fue un abogado, político y escritor que se convirtió en una figura clave durante los momentos decisivos que llevaron a la independencia de Argentina del dominio español.

Desde temprana edad, Moreno mostró un profundo interés por la filosofía y la literatura, así como un fuerte compromiso con las ideas de la Ilustración. Su formación en el Colegio de San Carlos de Buenos Aires y su posterior experiencia en Europa le permitieron adquirir conocimientos que luego aplicaría en su lucha por la libertad y la justicia.

El papel de Moreno en la Revolución de Mayo de 1810 es fundamental. Como uno de los miembros más influyentes de la Primera Junta, fue un ferviente defensor de la independencia y la soberanía de las colonias americanas. Su afán reformista lo llevó a la redacción de importantes documentos, entre ellos la «Gazeta de Buenos Aires», que promovía las ideas revolucionarias y difundía información crucial para el movimiento independentista.

Uno de sus mayores logros fue la elaboración del «Plan de operaciones de la Junta», un ambicioso proyecto que proponía la organización militar y política necesaria para llevar a cabo la revolución. Moreno creía firmemente en la educación como pilar fundamental de la sociedad y trabajó incansablemente en la creación de instituciones educativas que fomentaran el pensamiento crítico y la participación ciudadana.

Sin embargo, su radicalismo y su postura contra los intereses de ciertos sectores influyentes generaron tensiones dentro de la Junta. En 1811, ante el clima de confrontación, Moreno decidió exiliarse en Montevideo. Su vida se vio truncada prematuramente, ya que falleció el 4 de marzo de 1811, a los 32 años, en un contexto de incertidumbre y desafíos políticos.

La figura de Mariano Moreno ha resplandecido a lo largo del tiempo. Su legado como defensor de la independencia y promotor de la educación y los derechos humanos resuena hasta nuestros días. En un país donde la historia está marcada por luchas y conquistas, Moreno se erige como un faro de pensamiento crítico y compromiso social.