Julia Bellido es una soñadora de las exquisiteces en copas y su próxima misión es recorrer los caminos de los principales cócteles del mundo, y anunció que empezará por Brasil, pese a reconocer que los tragos más famosos en la actualidad son el daiquiri, Martini seco, Whisky Sour, Espresso Martini, Margarita, Manhattan, Mojito y Aperol Spritz.
En la barra de Mercado San Antonio de Villa Carlos Paz, y mientras resuelve sus tragos, asevera que quiere conocer los sabores de las distintas regiones en cada continente.
“Por cercanía y facilidad, empezaré por Brasil, un país extenso de multi gustos, aunque los argentinos lo identifiquemos con la cerveza y la caipirinha, Brasil tiene varias bebidas interesantes para degustar y promocionar en la coctelería. Las inmersiones en su pluricultura siempre proporcionan experiencias únicas. Y eso quiero experimentar.
Quiero ver qué onda con La cachaça, su licor nacional, un destilado de la caña de azúcar, que se parece a la caipirinha pero no es lo mismo.
Las caipiriñas también pueden prepararse con diferentes bebidas alcohólicas. Las Sakerinhas, por ejemplo, sustituyen la Cachaça por Sake, una bebida japonesa fermentada a base de arroz. También existe una versión elaborada con vodka, denominada Caipiroska o Caipivodka, según la región donde se pida.
Otra bebida interesante a investigar y experimentar es el guaraná que es un tipo de refresco elaborado a partir de la planta del guaraná, y bueno, después están las bebidas como el mate con limón o como se conoce en Paraguay como tereré, qué pasa con algunas combinaciones, las limonadas, el zumo de caña de azúcar, el acaí que en Brasil es lo que el helado de chocolate es en verano en Estados Unidos.
El asaí es un superalimento con una increíble densidad energética, conocido por ser denso en nutrientes, entre los que destacan los antioxidantes, la fibra y las vitaminas omega que aporta y es frecuente en las coctelerías encontrar combinadas a otras bebidas».
Brasil, sin olvidarse del ron y del aguardiente de Centroamérica
Julia se apasiona cuando crea sus tragos pero también cuando habla de bebidas, y sin irse de América, reconoce que en Brasil no se acaba la historias de los buenos tragos, y destaca la necesidad de conocer la meca del ron y del aguardiente en Centroamérica, desde Nicaragua, Guatemala, Dominicana hasta Cuba, del tequila en México y deja como un capítulo aparte al whisky donde para abarcarlo tendría que, además de darse una vuelta por América del Norte, cruzar el océano y remontar la Gran Bretaña: Escocia, Irlanda, Gales e Inglaterra. «Lo mismo, —agrega—, me pasará con los vermúes en Italia».