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Cuando dos soledades se encuentran, reseña de «Lost in Translation» (Sofía Coppola, 2003)

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Lost in Translation (Perdidos en Tokio) es una película del 2003, con una insomne Scarlet Johansson que conoce al frustrado Bill Murray en un hotel nipón.

La cinta nos presenta a Charlotte (Scarlett Johanson, en el rol que la catapultaría a la fama), una joven recientemente graduada de la universidad, que viaja a Tokio acompañando a su esposo, un fotografo profesional. A muy pocos minutos de empezar la película, la directora nos muestra la soledad, la angustia y el inmenso desconcierto con el que lidia nuestra protagonista.

Por otro lado tenemos a Bob Harris (el más que consagrado Bill Murray). Un actor famoso, mucho mayor que Charlotte, que viaja a Tokio por una (no muy gratificante) oferta de trabajo.

A pesar de la diferencia de edad,  los portagonistas tienen en común la soledad y el insomnio. 

En el nombre original (Lost in translation) existe un doble juego. Como una suerte de cajita china, el nombre tiene un doble significado, por un lado, el más obvio, «translation» nos remite inmediatamente a traslado, lo cual tiene sentido, tanto Bob como Charlotte, se encuentran visitando temporal y circunstancialmente la ciudad. Pero si nos vamos al significado literal, Lost in translation sería «Perdidos en la traducción», algo que también nos queda claro desde muy temprano: ni Bob ni Charlotte encuentran sencillo comunicarse con los lugareños, ni siquiera en el idioma unviersal, que ambos manejan con fluidez; el inglés. Esto sólo acentuará su sensación de soledad.

En una extraña muestra de respeto a los intrincados significantes del titulo orignal, la película en Argentina se estrenó con el nombre «Perdidos en Tokio», nombre en el cual también hay un doble juego (la mamushka, adentro de la mamushka, dentro de otra mamushka, a su vez dentro de otra mamushka). Encontramos un significado literal (dos personas insomnes vagan por una ciudad desconocida, sin rumbo aparente) y uno maravillosamente metafórico: Tokio como la vida misma. Sus protagonistas no están solo perdidos en esa gran ciudad, sino que son dos personas perdidas en la vida. Hasta que un día, fortuitamente, sus caminos cruzan y a partir de ese encuentro, se encuentran.

Sofía Coppola nos entrega aquí una obra maestra cinematográfica, con un exquisito despliegue de sensibilidad y maestría narrativa

 

 Reseña por Clara Gagliano, Editora de Corprens

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