Este sábado 2 de agosto, a las 20.00 h, el Teatro Real se convierte en un laboratorio de sueños y pesadillas. La Comedia Cordobesa, bajo la batuta de Fernando Salvá Luna, rescata del polvo barroco La vida es sueño de Calderón para interrogarnos con vigencia escalofriante. ¿Qué pesa más: el destino escrito en las estrellas o la libertad que tallamos en vigilia?
En la Sala Carlos Giménez (San Jerónimo 66), Gabriel Coba encarna a ese Segismundo encerrado en una torre por su propio padre, el rey Basilio (Oscar Mercado), aterrado por profecías de tiranía. Cuando el príncipe probará por primera vez el sabor amargo del poder – despertado en palacio como un animal enjaulado en oro–, su furia destapará preguntas que nos persiguen desde 1635: ¿somos dueños de nuestra naturaleza o rehenes de lo que otros creen de nosotros?
El elenco –donde brillan Florencia Rubio, Adrián Azaceta y Victoria Monti como voces que tejen esta red de ilusiones– convierte el verso áureo en carne viva. Salvá Luna no monta una reliquia museística: construye un espejo de sombras para nuestro tiempo. En escena, los pergaminos se vuelven redes sociales, las espadas son discursos, y la torre… esa torre es cualquier burbuja donde nos escondemos del mundo.
Funciones:
- Estreno: Sábado 3 de agosto, 20 h.
- Temporada: Domingos 4 y 11 (20 h), Viernes 9 y 16 (20 h), Jueves 15 y 22 (20:30 h)
- Función solidaria: Sábado 10 a beneficio de LALCEC
Duración: Un viaje de 2 horas 20 min que sacudirá certezas (recomendado +13).
Entradas: $4.000 en http://autoentrada.com o en la boletería del teatro.
No es casual que esta obra –piedra angular del Siglo de Oro– renazca en tiempos de algoritmos que predicen conductas. Cuando Segismundo grite «¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión…», no será un monólogo: será un desafío. Una invitación a rasgar las telarañas del determinismo mientras las luces del Real iluminan nuestra propia prisión de cristal.