La literatura latinoamericana del siglo XX no solo nos legó obras maestras, sino también una de las enemistades más sonadas y enigmáticas entre dos de sus más grandes exponentes: Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Lo que comenzó como una amistad entre colegas terminó en un distanciamiento que duró décadas, alimentando rumores y especulaciones.

Todo parecía ir bien entre ambos en los años 60 y 70, cuando el boom latinoamericano los colocó en la cima de la literatura mundial. Vargas Llosa, el peruano, y García Márquez, el colombiano, compartían no solo un éxito sin precedentes, sino también una visión política afín. Ambos apoyaron la Revolución Cubana y se convirtieron en voces influyentes en el ámbito cultural. Incluso, Vargas Llosa llegó a escribir un ensayo titulado «García Márquez: historia de un deicidio» (1971), donde analizaba con admiración la obra del autor de «Cien años de soledad».

Sin embargo, en 1976, algo cambió para siempre. Durante un evento en el Palacio de Bellas Artes de México, los dos escritores se encontraron y, según testigos, Vargas Llosa propinó un puñetazo a García Márquez. Las razones exactas del altercado nunca fueron aclaradas por los involucrados, pero los rumores apuntaron a diferencias personales y desavenencias políticas. Algunos sugirieron que el conflicto surgió por desacuerdos sobre Cuba, mientras que otros especularon que se trataba de un asunto privado relacionado con la esposa de Vargas Llosa, Patricia.

A partir de ese momento, la relación entre ambos se enfrió por completo. García Márquez nunca habló públicamente del incidente, manteniendo su característico silencio digno. Vargas Llosa, por su parte, evitó referirse al tema durante años, aunque en ocasiones mencionó que prefería no hablar de «asuntos personales». La enemistad se convirtió en un símbolo de la complejidad de las relaciones humanas, incluso entre genios literarios.

El tiempo pasó, y mientras García Márquez continuó cosechando éxitos con obras como «El amor en los tiempos del cólera» y recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982, Vargas Llosa también consolidó su carrera con novelas como «La guerra del fin del mundo» y «La fiesta del chivo», ganando el Nobel en 2010. A pesar de sus logros individuales, la reconciliación nunca llegó. García Márquez falleció en 2014 sin que los dos gigantes de las letras se dieran una segunda oportunidad.