El 20 de septiembre de 1984, la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) entregó al entonces presidente Raúl Alfonsín uno de los documentos más cruciales en la historia reciente de Argentina: el informe final sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura militar (1976-1983). Este informe, titulado «Nunca Más», fue el resultado de meses de trabajo exhaustivo y representó un paso decisivo en la búsqueda de verdad, justicia y memoria para las miles de víctimas de la represión estatal.
La creación de la CONADEP
La CONADEP fue creada en diciembre de 1983, pocos días después de la asunción de Raúl Alfonsín como presidente, en un contexto de transición democrática. Alfonsín, comprometido con la restauración del Estado de derecho y la rendición de cuentas de los crímenes del pasado, estableció la comisión para investigar los casos de desapariciones forzadas, torturas, asesinatos y otros crímenes cometidos por el régimen militar. La comisión estuvo integrada por destacadas personalidades de la sociedad civil, entre ellas el escritor Ernesto Sábato, quien presidió la comisión, así como representantes de los derechos humanos, la justicia, y el ámbito académico.
El objetivo principal de la CONADEP fue recopilar testimonios y pruebas sobre las violaciones de derechos humanos ocurridas durante la dictadura, enfocándose principalmente en los más de 30,000 desaparecidos, según estimaciones de organismos de derechos humanos. Para muchos, esta comisión fue un símbolo de esperanza y un canal a través del cual pudieron dar testimonio sobre las atrocidades que habían sufrido o presenciado.
El contenido del informe «Nunca Más»
El informe de la CONADEP, de más de 50,000 páginas, documentó minuciosamente más de 8,900 casos de desapariciones, recopiló miles de testimonios de sobrevivientes y familiares, e identificó más de 340 centros clandestinos de detención donde se llevaron a cabo torturas y ejecuciones. «Nunca Más» no solo aportó evidencia sobre la magnitud de la represión, sino que también reveló la estructura organizada del terrorismo de Estado implementado por la dictadura, con la complicidad de sectores de la sociedad civil, como algunos medios de comunicación y parte de la Iglesia.
El documento también enfatizó el carácter sistemático de las violaciones a los derechos humanos y expuso el uso de la desaparición forzada como una táctica de terror destinada a erradicar a cualquier persona que fuera percibida como una amenaza para el régimen militar. Uno de los elementos más desgarradores del informe fue la revelación de los «vuelos de la muerte», en los cuales personas eran arrojadas vivas al mar o al río de la Plata desde aviones militares, con el fin de desaparecer cualquier rastro de las víctimas.
Impacto en la sociedad y la justicia
La presentación del informe «Nunca Más» marcó un antes y un después en la historia argentina. Su publicación fue un paso esencial en la consolidación de la democracia y en la promoción de los derechos humanos como pilar fundamental del nuevo orden democrático. El impacto del informe resonó no solo en Argentina, sino en todo el mundo, convirtiéndose en un referente para otras naciones que enfrentaron transiciones democráticas tras regímenes represivos.
A nivel judicial, el trabajo de la CONADEP sirvió de base para los primeros juicios a las Juntas Militares que gobernaron durante la dictadura. En 1985, el histórico «Juicio a las Juntas» condenó a varios de los líderes militares responsables de los crímenes de lesa humanidad documentados por la Comisión, incluidos Jorge Rafael Videla y Emilio Massera. Si bien las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, junto con los indultos presidenciales de los años 90, frenaron temporalmente el proceso de justicia, el informe «Nunca Más» siguió siendo un documento fundamental en la lucha contra la impunidad.
El legado del «Nunca Más»
A cuatro décadas de su presentación, el informe de la CONADEP sigue siendo una referencia ineludible en la defensa de los derechos humanos en Argentina. El grito de «Nunca Más» ha trascendido generaciones, convertido en un símbolo de memoria colectiva y de la promesa de no repetir los horrores del pasado. El trabajo de la CONADEP y la valiente labor de los sobrevivientes y familiares de las víctimas han mantenido vivo el reclamo de verdad y justicia, alimentando la lucha contra el olvido.
El informe también inspiró el trabajo de organismos internacionales y otras comisiones de la verdad en países que enfrentaban procesos de transición post-dictatorial, destacando la importancia de documentar, recordar y reparar. En Argentina, el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, celebrado cada 24 de marzo, sigue siendo una fecha clave para recordar a las víctimas y reafirmar el compromiso con la democracia y los derechos humanos.
La presentación del informe de la CONADEP y la publicación de «Nunca Más» no solo fueron momentos clave en la historia de Argentina, sino también un recordatorio permanente de que la memoria, la verdad y la justicia son fundamentales para la construcción de una sociedad democrática y libre.