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Quitilipi, por Dante Emilio Borelli

Por Pedro Jorge Solans

 

Uno de los grandes aportes de Francisco Romero, además de sus obras, que quedarán plasmados en el capítulo de la literatura en la gran historia de la provincia del Chaco será la motivación y el olfato de docente que puso, pone y pondrá en la promoción de los grandes escritores de nuestros pueblos. En este caso, difundir la producción literaria de Dante Emilio Borelli es un honor y un compromiso para el editor que presenta hoy el poema Quitilipi.

 

Y, también, es emocionante, porque Dante Emilio Borelli es un gran poeta y con él compartimos ese «pesebre natal y natural que se cobija bajo las alas de un mítico Búho.

Borelli irrumpió en la poética con libros exquisitos, bellos, angustiantes como todos los versos primerizos que nacen bajo la fragua de una multiculturalidad que alumbra y rompe barreras. Pero no sólo quiero destacar el prólogo del amigo Romero en el libro «El Rincón del Diablo» (2007) sino, principalmente, los versos de Borelli, y aquí algunos ya presentados en el prólogo del Tete:

 

“Comiendo el cielo con los ojos / el espíritu se sumerge en sombras. / Todos

tenemos un viaje, / un camino que recorrer hasta el fin, / un barco como el de

Odiseo, / y un caballo como el de Troya. / Ese otro mundo oculto / que en

nosotros brota, / en breves lapsos de memoria, / sólo se puede explorar en

sueños / cuando su mítica historia nos nombra” (…), Visión, en: El Rincón

del Diablo

 

Quiero también resaltar la tapa y contratapa de Guillermo Conci, que no se conformó con la sugerencia. Fue contundente, no dejó dudas del compromiso de estos artistas con la «chaqueñeidad» que se viene amasando contra viento y marea.

 

Romero señala: «Todos tenemos un viaje o bien, todos tenemos una historia, es cierto, pero no todos la saben contar o pueden traducir en poemas esas experiencias reales o imaginarias. Dante Borelli, en cambio, nos ofrece en su libro El Rincón del Diablo un conjunto de cuentos y de poemas que están a la altura de esa ilusión y dan cuenta de su capacidad para transmitir al lenguaje visiones y modulaciones singulares que nos tratan de acercar las imágenes vedadas de “el animal que alimentamos con sombra”, “el que vive dentro de nosotros” y “nos espera dentro de nuestra sangre”, en esa “orilla innombrable”. Porque esa es la zona de la existencia humana que nos proponen ahondar los textos de Borelli –tanto en sus poesías como en sus cuentos-, la que ronda lo indecible, la que más nos cuesta verbalizar. Porque Borelli posee una mirada de dimensión universal, “lee el libro del universo”, como diría (Jorge Luis) Borges, desde la orilla de su Chaco.

 

No hace paisajismo o costumbrismo ni ancla su literatura en postales seudo regionalistas. Sus paisajes o descripciones son, como quería Horacio Quiroga, climas que presagian la irrupción de lo más temido o inesperado, de aquello que nos desnuda tal cual somos.

 

Basta leer por ejemplo el excelente cuento que da el título a este libro, para darse cuenta de la clase de escritor que es Borelli. En un recodo perdido del Chaco, Rincón del Diablo, acechado por remolinos extraños, un misterio, una muerte, un hombre que viene a averiguar la causa de esa muerte -la de su hermano-, un oleaje de rumores sobre las omnipresentes garras del diablo. Y sobre todo, un clima y un tono narrativo que nos atrapa más allá de la anécdota que se relata.

 

He leído con interés cada texto de Dante Borelli y siempre creí en su talento como escritor. Saludo este libro, en especial, como un salto cualitativo, como un punto de llegada a una madurez literaria que lo sitúa como una de las nuevas referencias de nuestra literatura chaqueña».

 

Quitilipi

 

El presagio del destino

en la boca del silencio…

 

Quitilipi…

Tierra de soles devoradores,

de humus pretérito y profundo.

Tierra del mito del búho y el arco,

de la arcilla transmutada en cacharro

y de la llanura hecha surco.

 

Quitilipi…

Tu nombre es un grito rojo en el monte,

una pluma diáfana entre los cardales,

una urdimbre infinita de sueños,

el galope certero y acerado del hacha,

el cielo inundado de estrellas en la noche,

un susurro ahogado en la madrugada,

el sudor salino trastocado en sangre,

el chillido extinto en la garganta,

un crisol de manos que se abrazan.

El aliento norte circunda tus calles

con su voz de polvo y su llanto de trueno.

 

 

Quitilipi…

El cimiento de tu gloria es la simiente,

la conjunción de los torrentes sanguíneos,

la luz indeleble de los que te pensaron,

la pujanza agónica de los que te sueñan,

la magia hipnótica de los lapachos,

la transparente blancura de los algodonales,

el rugir pétreo y encarnado del quebracho,

el derrotero inquebrantable de tus caminos,

el llanto verde y dulce de los algarrobales,

el trazo insondable de tu vértebra férrea.

La alquimia de tu tierra circula por mis venas

y se hace carne meditabunda,

anhelo refulgente.

 

Quitilipi…

Fragua de las alboradas inmemoriales.

Terruño del verano colosal

y la amistad hecha estandarte.

 

 

Dante Emilio Borelli

 

Nació en Quitilipi, Chaco, en 1974. Poeta y narrador. Docente: Participó de concursos literarios en el ámbito local, provincial y nacional y obtuvo varios premios. Tiene obras publicadas en Antologías. Publicó libros de Poesías y Cuentos: “LA BÚSQUEDA”, en el año 2004 y “EL RINCÓN DEL DIABLO”, en el 2007.

 

Participa de encuentros de escritores. Junto a las Biblioteca Pública Fontana de Quitilipi. Realiza la Exposición de Arte «Quitilipi Siglo XXI».

 

Actualmente dicta un taller literario para niños. Actuó en la película Mate Cosido, El Bandolero Fantasma, de la Directora Michelina Oviedo.

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