Robert Louis Stevenson, nacido en 1850 en Edimburgo, Escocia, es uno de los escritores más queridos de la literatura universal. Su espíritu inquieto y su talento para contar historias lo convirtieron en el autor de clásicos inolvidables como La isla del tesoro y El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. La vida y la obra de Stevenson combinan aventura, imaginación y un profundo conocimiento de la condición humana, dejando un legado literario que ha perdurado más allá de su corta vida.

Infancia y Educación

Desde joven, Stevenson mostró una sensibilidad especial y una inclinación por las historias de aventura. Aunque pertenecía a una familia de ingenieros dedicados a la construcción de faros, su salud delicada y su rechazo a la vida de oficina lo alejaron de ese destino. Su espíritu bohemio y sus problemas respiratorios lo llevaron a viajar buscando climas que mejoraran su salud, aunque estos viajes también le dieron una rica experiencia de vida que reflejó en sus obras.

Estudió derecho en la Universidad de Edimburgo, pero nunca ejerció la profesión, ya que su pasión por la escritura lo dominó. Durante estos años, comenzó a escribir sus primeros ensayos y relatos, demostrando un estilo fresco y un tono crítico hacia las normas sociales de la época.

Obras y estilo literario

Stevenson alcanzó la fama con La isla del tesoro (1883), una novela de aventuras que ha marcado a generaciones de lectores. La historia de piratas, tesoros escondidos y viajes en alta mar fue un éxito inmediato, destacando por su vívida descripción de personajes como el carismático y ambiguo Long John Silver. Esta novela convirtió a Stevenson en uno de los autores más populares de su tiempo y estableció un modelo para la novela de aventuras.

Otro de sus grandes éxitos fue El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1886), una obra que explora el dualismo en la naturaleza humana, cuestionando los límites entre el bien y el mal. La novela es un análisis profundo de la psique humana y ha sido interpretada como una reflexión sobre la moral victoriana y el conflicto entre las normas sociales y los impulsos reprimidos.

Stevenson también exploró otros géneros y temas, escribiendo desde relatos cortos como El club de los suicidas hasta novelas históricas como Secuestrado. Su estilo ágil, su capacidad para crear tensión y su manejo del suspenso y el misterio lo convierten en un narrador polifacético que ha resistido el paso del tiempo.

Un espíritu aventurero

La vida de Stevenson fue una aventura en sí misma. Durante años, viajó entre Europa y América en busca de lugares que aliviaran sus problemas respiratorios. En 1888, se trasladó a las Islas del Pacífico Sur, donde se estableció en Samoa, junto a su esposa Fanny. Allí, se ganó el respeto y la amistad de los nativos, quienes lo llamaban “Tusitala”, o “el contador de historias”. Stevenson se integró a la vida de la isla, defendiendo los derechos de los habitantes locales frente al colonialismo, y continuó escribiendo hasta sus últimos días.

Legado y conclusión

Robert Louis Stevenson falleció en 1894 en Samoa, a los 44 años, dejando un legado literario que abarca algunos de los más grandes clásicos de la literatura. Su habilidad para explorar temas profundos a través de relatos cautivantes y personajes inolvidables hace que sus obras sigan vigentes en la actualidad. Aventurero en su vida y su escritura, Stevenson es recordado como un autor que supo conjugar la emoción con la reflexión, dejando un impacto duradero en la literatura universal.