En una edición especial que conmemora los cien años del trágico evento, se presenta la investigación realizada por el periodista y escritor Pedro Solans sobre la Masacre de Napalpí.
Por Paula Miño para Librería de La Paz
En la Librería de la Paz, ubicada en la Av. 9 de Julio 359 de Resistencia, Chaco, el lunes 15 de julio a las 19:30 horas, se presentará el libro «Crímenes en Sangre». El profesor Francisco Tete Romero y el Dr. Diego Vigay, fiscal en el Juicio por la Verdad sobre la Masacre de Napalpí (juicio que tuvo lugar en el año 2022, en la ciudad de Resistencia, y en el que el Estado Argentino fue declarado culpable) estarán presentes en esta edición especial que conmemora el centenario de la masacre de Napalpí.
En sus páginas, «Crímenes en Sangre» refleja la angustia y revela las motivaciones económicas del asesinato de cientos de peones rurales de las etnias qom y mocoví en 1924. El negocio del algodón y la explotación de los pueblos originarios como mano de obra barata se escondían detrás del brillo de las armas en el paraje Napalpí. La impunidad de los poderosos, el silencio cómplice de los gobernantes y el genocidio seguían ocurriendo bajo la sombra.
Solans, utilizando un enfoque que cruza los límites de la investigación periodística, la historia de vida y la no ficción, describe los detalles de un suceso que dejó un impacto significativo y reveló una matanza que establece la relación entre el poder y las raíces de un pueblo.
En el centenario de la masacre de Napalpí, ocurrida el 19 de julio de 1924 en el entonces Territorio Nacional del Chaco, Librería de la Paz publica una edición especial de «Crímenes en Sangre», el libro que cambió la historia oficial de lo sucedido, reconociendo el genocidio cometido y pidiendo perdón en nombre del Estado de la provincia del Chaco, a pesar de que el incidente ocurrió en el Territorio Nacional en ese momento. En la zona de Napalpí, la policía mató a casi quinientos peones rurales de las comunidades tobas y mocovíes, así como a algunos correntinos y santiagueños, en un brutal asesinato.
La explotación semiesclavizada de los aborígenes y el negocio del algodón se escondían detrás del fulgor de las armas. El vínculo entre el poder y las raíces de un pueblo parece, aún hoy, determinar esta masacre . El estigma de Napalpí todavía está presente en el país.